Arturo
Díaz
Health
Tech Internacional (HTI) se define como una empresa tecnológica que desarrolla
su actividad en el campo de la telemedicina. HTI se constituyó en 2013 en
Dallas estado de Texas, bajo el nombre de AmeriDoc International con el objetivo
de internacionalizar el modelo de negocio de AmeriDoc, entonces la tercera
compañía más grande de telemedicina de USA. En 2015, AmeriDoc fue adquirida por
la que hoy en día es la empresa de telemedicina más grande del mundo, TelaDoc,
con más de 30 millones de afiliados y más de 800 millones de ingresos anuales.
A partir de esta venta, AmeriDoc International se escinde de su empresa matriz,
AmeriDoc, y pasa a llamarse Health Tech International HTI. Hay que añadir que
recientemente TelaDoc ha firmado una alianza estratégica con Movistar para
ofrecer los servicios de video consulta a los clientes de Movistar en España
¿Cuál
es el principal modelo de negocio de HTI?
Desde
el nacimiento de HTI, hemos venido desarrollando una plataforma tecnológica
conocida como el PDMS (Patient Doctor Management System) desarrollada con
herramientas de última generación, lo que nos permite gestionar, de forma
innovadora, diferentes modelos de negocio dentro del ámbito de la telemedicina
y partiendo del principio de que todos nuestros clientes cuentan con un
historial médico online, al cual se
puede acceder desde cualquier dispositivo electrónico.
Mediante
nuestra plataforma tecnológica ofrecemos un modelo de negocio exclusivo e
innovador para la gestión integral de la telemedicina en todas sus vertientes
desde la consulta de atención primaria hasta la gestión de pacientes crónicos.
¿Cuál
ha sido la clave de su éxito y expansión internacional?
Quizá
debería empezar por lo que los americanos dicen: Un proyecto de empresa sólo
puede tener éxito si aquel que lo lidera no tiene un plan B. En otras palabras,
cuando lanzamos este proyecto sólo había un objetivo a corto medio y largo
plazo: Triunfar, no había un plan B, así que todos teníamos nuestro futuro
ligado al éxito de este proyecto.
Además
de ello, considero que la clave del éxito se fundamente en los siguientes
cuatro puntos: El equipo de trabajo que tenemos, cuyo compromiso y esfuerzo es
incondicional; El esfuerzo y la perseverancia; El objetivo que nos hemos
marcado como empresa: “Ser un referente en el segmento de la Telemedicina”; La
participación en el capital de la sociedad de todos los que forman parte del
equipo.
Llevamos
algún tiempo en este segmento, un segmento que lleva en existencia escasamente
10 años durante los cuales hemos cometido “errores”. El problema no es cometer,
“errores”, todo lo contrario, en mi opinión, cometer errores es igual a
experiencia y conocimiento. Hay que saber reconocer cuándo se ha cometido un
“error” y hacer de esa experiencia una oportunidad. Esta concatenación de
experiencias y conocimientos es lo que nos ha permitido llegar a donde estamos
hoy y lo que nos ha dado una ventaja competitiva. No te puedes imaginar la
cantidad de empresas similares a la nuestra que están lanzado proyectos al
mercado con estrategias similares a la que en su momento nosotros habíamos
identificado como estrategias para salir al mercado y que han probado ser
fallidas.
¿Cómo
ha evolucionado el mercado de la Telemedicina en LATAM en los últimos años?
Definitivamente
la evolución que ha experimentado el mercado en los últimos años y más
concretamente en los últimos 8 meses ha sido abrumadora. Recuerdo al principio
cuando comenzamos con nuestro proyecto, a la gente cuando le preguntaba que
entendían por telemedicina, difícilmente alcanzaban a describirlo. Hoy en día
y, sobre todo, a raíz del COVID-19, es difícil encontrar a alguien que no sepa
describir la telemedicina en el ámbito de la video consulta.
Por otro lado, la evolución más significativa que
hemos visto recientemente es la adecuación de los marcos regulatorios de la
mayoría de los países en LATAM a la realidad de la video consulta.
Hasta hace poco, en muchos países de LATAM la video
consulta de atención primaria de la forma que actualmente la concebimos, es
decir, un paciente a través de un dispositivo electrónico consultando con un
médico no estaba permitida. Sólo se podía celebrar la video consulta siempre y
cuando el paciente estuviera en presencia de un médico, cosa que desde la
perspectiva de la atención primaria carecía de sentido. Así mismo, la receta
electrónica con firma digital también estaba prohibida y además el medico si
establecía una video consulta con el paciente no podía darle absolutamente
ninguna opinión médica.
Desde principios de año, en países como Colombia,
Chile, Perú, Ecuador e incluso Brasil, todo esto ha cambiado y los entornos
legales han tenido que adaptarse a la nueva realidad, permitiendo la consulta
médica entre paciente y medico a través de la video consulta siempre y cuando
la plataforma que facilita la video consulta cumpla con los correspondientes
protocolos de seguridad, protección de datos, trazabilidad y auditabilidad.