Hay una relación clara entre el crecimiento del fraude y las solicitudes de nuevos dispositivos y la mejor manera de impedir este fraude es atajarlo antes de que empiece; es decir, durante el registro de nuevos clientes. A medida que los nuevos avances dificultan el fraude basado en tecnología, mientras que se abordan las debilidades en los sistemas y procesos, defraudadores oportunistas se cambiarán de operador indiscriminadamente para encontrar la “presa” más fácil. De forma realista, la única manera de impedir el fraude es, en lugar de desplazarlo a otro objetivo, trabajar conjuntamente desde todo el sector.
El usar datos, sistemas y analíticas de forma inteligente y basada en una estrategia integral y holística, es absolutamente crítico. Para conseguirlo, es necesario el empleo de solicitudes compartidas y datos de fraude a través de los proveedores y toda la industria crediticia en su conjunto.