Carmen Peñalver
En España, la Fundación Pfizer se fundó en 1999 con la misión de mejorar la educación en salud de la población española en un concepto de interés en ese momento, como era el envejecimiento saludable, desde un punto de vista optimista y dinámico. Por ello, la Fundación desarrolló en esa primera etapa iniciativas que reconocían y apoyaban la investigación, la innovación, el compromiso social y la difusión del conocimiento en salud del proceso de envejecimiento y la calidad de vida.
Sin embargo, los tiempos cambian y los intereses de la sociedad también. La irrupción de las nuevas tecnologías y el uso que se hace de ellas para mejorar la calidad de vida de las personas cobra una especial relevancia en el sector de la salud. “Por ello, fieles a nuestro compromiso con la sociedad española, en 2017 decidimos dar un giro a nuestra visión y misión. Así, desde entonces nuestra misión se centra en impulsar la ciencia, la tecnología y la innovación, y promover su acercamiento a la sociedad para dar respuesta a las necesidades del sistema en beneficio de la salud y bienestar de la población”, indica su presidente Sergio Rodríguez Márquez.
En la actualidad, ¿cuáles son los grandes ejes de actuación de la Fundación Pfizer?
Desarrollamos distintos proyectos para promover la innovación científica, tecnológica y social en el ámbito de la salud.
En innovación científica convocamos anualmente, y desde hace 24 años, los Premios Fundación Pfizer de Innovación Científica para Jóvenes Investigadores. Estos galardones reconocen los trabajos de científicos españoles de hasta 40 años en dos categorías, básica y clínica.
Además, promovemos las vocaciones STEM a través de la realización de foros o con el proyecto ‘Ciencia para Vivirla’, una docu-ficción que realizamos para mostrar el día a día de una científica, sus inquietudes y hobbies con el objetivo de desterrar sesgos en torno a la figura de los investigadores en nuestro país.
En Innovación tecnológica realizamos varias actividades para mostrar e impulsar las últimas tecnologías en salud de la mano de emprendedores y startups. Así, cada año lanzamos retos, a través de los programas e-Dea Salud e Innomakers4Health, con el objetivo de atraer a emprendedores y talento innovador para tratar de dar solución a retos no resueltos del sistema sanitario. Además, junto a la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) realizamos talleres de Innovación Tecnológica (WIT Salud) que buscan abrir debate sobre las tendencias y oportunidades en innovación tecnológica y emprendimiento en el área digital del sector sanitario.
Por último, en Innovación social desarrollamos desde hace tres años ‘Health Guardians 2030’, un programa educativo en colegios de toda España para promover las vocaciones STEM (siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) entre estudiantes de 5º y 6º de Primaria y 1º y 2º de la ESO. A la vez que realizamos, junto a la Fundación FAD Juventud estudios sociales para conocer la percepción de jóvenes entre 15 y 29 años en torno a temas de interés social, como los jóvenes y la pandemia o la salud mental.
En términos generales, ¿los españoles nos cuidamos lo suficiente? ¿Qué más podríamos hacer para preservar nuestra salud?
En los últimos años ha crecido el interés de la población por la salud y el bienestar en general. La pandemia puso la salud en el centro de nuestras vidas, despertando más atención hacia la ciencia y el cuidado.
Hoy en día disponemos de mucha más información para cuidarnos y somos más conscientes de cuáles son los estilos de vida saludables o perjudiciales para la salud.
Para preservar la salud, lo adecuado es seguir las recomendaciones de los profesionales sanitarios; hacer ejercicio de manera regular; llevar una dieta saludable; tener una buena calidad del sueño y dormir las horas recomendadas; y prestar atención a la salud mental, que es tan importante como la física.
Háblenos de la situación actual de la innovación en salud en España. ¿De dónde venimos y a dónde vamos?
La innovación científica y tecnológica han experimentado grandes cambios en los últimos años, dando nuestro país un salto cualitativo y cuantitativo en este sentido. España se ha convertido en el segundo país para desarrollar ensayos clínicos, sólo por detrás de Estados Unidos, y fue un país de referencia en la pandemia situándose en el primer país de Europa en el desarrollo de ensayos clínicos de vacunas y tratamientos contra la COVID-19.
La industria farmacéutica sigue batiendo récords de inversión en I+D, destinando 1.267 millones de euros en 2021 en España, un 9,2% más que en 2020, según datos de la patronal Farmaindustria. La apuesta constante del sector por la inversión en I+D se refleja en que casi el 20% de toda la I+D industrial que se hace en nuestro país la desarrolla la industria farmacéutica.
