Manuel de los Santos
Miguel Marroquin es director general y fundador de Our New Energy (ONE), una joven y dinámica compañía internacional e independiente de servicios energéticos profesionales, con sede en Elche (España), que nació en 2016 para dar servicio al amplio espectro de actores que participan en la transición energética hacia una nueva economía renovable, de generación local, más descarbonizada y cada vez menos dependiente de la importación de combustibles fósiles.
El fundador de ONE es Ingeniero de Recursos Energéticos, Combustibles y Explosivos por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía (Madrid) y Licenciado Especialista en Finanzas Internacionales por la Escuela de Estudios Superiores de Comercio HEC (París).
Es uno de los principales expertos de PPA en Europa. Desde 2017 ha firmado en diferentes países europeos más de 2.500 MW de PPAs para activos de paridad de mercado (sin subsidios), diseñando y ejecutando estrategias óptimas de cobertura a desarrolladores e inversores en energía renovable. Uno de los PPAs más destacados en los que ha intervenido fue con WElink Group, firmando un PPA de 20 años para proyectos de 708 MWp en España y Portugal con Audax Energía, y que fue en su momento el mayor PPA solar del mundo.
Our New Energy es el resultado de su experiencia en trabajos previos de alta responsabilidad como gerente de Fusiones y Adquisiciones en Arcelor (Luxemburgo), responsable de Gestión de Riesgos en SOTEG y responsable de Gestión de Cartera en Enovos (Luxemburgo) o la vicepresidencia del departamento de Originación de Danske Commodities (Dinamarca).
El CEO de ONE ha desarrollado toda su carrera dentro de la industria energética europea, siempre afanado con el desarrollo de nuevos productos y soluciones, gestión de la innovación y fomento de la creación de verdadero valor mediante cooperaciones mutuamente beneficiosas.
¿Qué es un PPA?
El PPA (Power Purchase Agreement) es un contrato entre el generador de energía renovable y un comprador a largo plazo que viene a cumplir las funciones de un seguro contra las fluctuaciones del precio del mercado eléctrico, garantizando un precio estable por un período que va desde los 8 a los 20 años que permite su financiación y, por lo tanto, hace más atractiva la inversión. El PPA es, por lo tanto, un tipo de contrato instrumental para que el inversor pueda financiar su proyecto con deuda al mismo tiempo que dar mayor estabilidad a su retorno. Es, en definitiva, un contrato necesario para la transición energética a paridad de mercado. Habitualmente una inversión que cuente con un PPA permite financiar entre el 60% y 80% del coste de una planta.
¿Por qué un PPA es importante para la gestión energética y la marcha de la economía en general?
Europa padece de alta dependencia de importaciones a nivel energético, problema cuya solución configura lo que llamamos el trilema de la energía: suministrarnos de energía limpia, garantizada (seguridad de suministro) y competitiva a nivel de coste. Estos tres elementos (energía limpia, segura y competitiva) se consiguen vía la generación de electricidad a partir de fuentes de energía renovables.
En el pasado, invertir en generación renovable con la tecnología de la que se disponía no era posible con los precios del mercado eléctrico, de modo que se les otorgaban incentivos (tarifas, primas, incentivos fiscales, etc.) lo que favorecía la inversión ‘en masa’, principalmente desde inversores de perfil financiero dado que las primas garantizaban un retorno adecuado con un nivel de riesgo muy limitado y una alta capacidad de inversión.
El problema de este sistema, es que mientras se favorecía la inversión garantizando el retorno a un inversor, se encarecía el recibo final de la luz a los usuarios que pagaban en su factura eléctrica dichos incentivos directa o indirectamente.
En 2014, en España la Administración retira los subsidios debido a la presión presupuestaria, dejando al sector sin otra oportunidad que desarrollarse bajo la paridad del mercado que se alcanzó en 2016-17, es decir: producir energía eléctrica a partir de fuentes renovables al coste de generación actualizado, pasó a ser rentable incluso a precios de mercado sin ser preciso subsidio ni incentivo alguno.
Al conseguirse esta paridad, invertir en renovables siguió siendo interesante para los inversores al disponer éstos de recursos financieros, dado que se mantuvo un perfil bajo de riesgo y una rentabilidad adecuada. El problema estaba en el limitado conocimiento que estos inversores tienen sobre el mercado energético y, por lo tanto, se hace oportuna la asistencia de expertos que les ayuden a estructurar y negociar contratos con compradores de energía.
Así pues, hay que tener en cuenta que con los tipos de interés sostenidamente bajos y una alta volatilidad en los mercados, las inversiones en renovables se convierten en un refugio seguro para los grandes inversores y los PPA su herramienta maestra.