María Teresa Domínguez lleva toda la vida relacionada con la Energía Nuclear. No en vano nació el mismo año que se inició el Programa Nuclear en España y vivió durante muchos años a escasa distancia de la central de Trillo. Todas esas coincidencias le han permitido ver la energía nuclear desde muchos puntos de vista: académico, profesional, técnico e institucional. Ahora, desde la presidencia del Foro de la Industria Nuclear Española, defiende los beneficios de todo tipo de una energía fundamental para el mix energético español que ha estado y está, por desgracia, en la picota tras los acontecimientos de Chernóbil y Japón.
¿Cuáles son las ventajas que tiene la energía nuclear en el mix eléctrico?
La más importante es la disponibilidad. Son centrales que operan todas las horas del año, con un 90-99% de disponibilidad. Operan 8.000 horas de media anuales. Eso significa que ofrecen estabilidad a la red. Al menos se tiene un 30% disponible a través de la energía nuclear estable, pues es muy difícil controlar las pérdidas totales de tensión y con las centrales nucleares se tiene estabilidad.
La segunda ventaja, es que en el momento actual en el que nos queremos mover a las energías limpias, las centrales nucleares entran dentro de ellas, por lo que la mezcla de energía nuclear y renovables es el mejor mix; el óptimo para moverse hacia las energías limpias.
Una de las cosas que supuso el gran descubrimiento de la energía nuclear es la densidad de potencia, un millón de veces en volumen de las energías fósiles, lo que da idea de la facilidad de almacenamiento, desde el punto de vista estratégico, de tener una cantidad de energía importante en el país, por los problemas que hay actualmente en Libia con el petróleo y en Argelia con el gas, un aspecto a tener en cuenta.
Otro tema, es el aspecto económico en dos vertientes. La estabilidad de los precios que ofrece la energía nuclear, que no nos va a dar ninguna sorpresa, pues se pueden predecir y el impacto económico que tiene en los alrededores donde están ubicadas las centrales. Cuando se instaló la última central nuclear, España tuvo el PIB más alto de la industria, llegó hasta un 34% y ahora hemos pasado al 17%.