“La internacionalización, a pesar del esfuerzo en inversión y recursos que supone, reporta cuantiosos beneficios en términos de nuevas oportunidades de expansión, crecimiento e ingresos. Asimismo, permite a las empresas diversificar riesgos, haciéndolas menos vulnerables a cambios en la demanda local, posibilita un acceso a recursos más económicos y favorece el aumento de la calidad y la eficiencia, pues el contacto con la competencia extranjera es una excelente escuela que mueve a la empresa a impulsar su productividad y la calidad de sus productos. Además, implica menores costes de financiación gracias a un acceso al crédito más diversificado y más económico”, afirma su consejera delegada, María del Coriseo González-Izquierdo
ICEX es útil a las empresas porque las apoya en sus proyectos en el exterior, ofreciendo servicios tanto a las empresas que no han exportado nunca como a las que están en las fases más avanzadas del proceso de internacionalización.