El Consorcio de la Zona Franca (CZF), desde su creación en 1916 ha sido un motor de desarrollo económico y social, interviniendo en los diversos sectores que configuran el entramado empresarial e industrial de nuestro país. Ha firmado en los últimos años convenios con instituciones como Universitat de Barcelona o Mercabarna, introduciendo un cambio en actividades del sector de la alimentación, entre otras cosas. Su Polígono es una pieza clave en el potencial económico de Barcelona y una de las mayores y más activas áreas industriales de nuestro país y del sur de Europa.
¿Cómo definiría en estos momentos de coyuntura económica compleja, la actividad que desarrolla actualmente el CZF?