El eje Andino supone una región de más de 100 millones de personas con muchas cosas por hacer, sobre todo en cuanto a infraestructuras que permitan articular y estructurar tanto cada país como la región en general. Están en una coyuntura de fuertes niveles de crecimiento empujado por una creciente clase media que va accediendo a los puestos tanto técnicos como de gestión.