Juan Comas
Juan José Imbroda, presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, nos explica los motivos que le llevaron un día en la década de los 70 a abandonar su carrera profesional para dedicarse de lleno a la política. “Participé en el año 1979 en la primera corporación de la Ciudad Autónoma de Melilla con UCD. Los motivos que me impulsaron fueron mi creencia absoluta en la democracia y en un sistema de libertades, y en el inicio de una nueva época, muy ilusionante, que se abría en España. En todo caso, no abandoné mi carrera profesional y compaginé ambas tareas. Cuando desapareció UCD me fui a mi casa a seguir trabajando en mi labor profesional y no participé en política como cargo público hasta mediados de la década de los 90. La política me ha brindado la oportunidad de poder trabajar y realizar muchísimas cosas por mi ciudad y por España, además de tener la posibilidad de trabajar y participar en unos proyectos nuevos de ciudad, lo que me ha supuesto una gran satisfacción, porque hemos conseguido, entre todos, transformar Melilla”.
“Lo que he hecho por mi ciudad, teniéndole el gran cariño que siempre le tuve y sobre todo, creyendo muchísimo en su presente y su futuro, ha sido sencillamente trabajar. Lo he hecho en estos 16 años que llevo de presidente con todas mis posibilidades, con mis virtudes y mis defectos, pero haciéndolo siempre con mucho cariño e ilusión”.
Gobernar Melilla no es nada fácil y, sobre todo, por su enclave geográfico. ¿Cuáles son las principales dificultades a las que se enfrenta y con qué actitud intenta y, en la mayor parte de las veces, consigue solucionarlas?
Usted mismo reconoce que Melilla no es una ciudad fácil de gobernar. Muchas veces desde la península no se perciben las dificultades que puede conllevar la gestión de Ceuta y Melilla. Hay que considerar que estamos lejos de la península, sin apenas recursos naturales propios, con una escasa dimensión de algo más de 13 kilómetros cuadrados y a la vez somos la zona de España con mayor incremento demográfico y la cuarta área con mayor densidad de población de toda Europa a lo que hay que añadir que tenemos la mayor proyección de crecimiento previsto en el continente durante los próximos 20 años.
Si estas singularidades las conjugamos con la existencia de una frontera con un país amigo, como es Marruecos, pero frontera, y con que la población de Melilla está conformada por varias culturas, como la de origen europeo, la bereber, la sefardí o la hindú, unido a nuestras importantes deficiencias estructurales, podemos ver que no ha sido nada fácil llegar hasta aquí, pero con muchísima ilusión y la gran colaboración por parte de los ciudadanos, lo estamos llevando adelante.
¿Cuáles son las grandes líneas de actuación de su Gobierno en política económica para esta legislatura?
Nuestro mayor reto es la creación de empleo. Por las limitaciones que antes mencionaba en cuanto a nuestra carencia de recursos, la creación de puestos de trabajo es más difícil aquí que en cualquier otro punto peninsular. Sin embargo, lo estamos consiguiendo en los últimos tres años y lo que debemos lograr ahora es darle un impulso potente.
Son tres las principales áreas a las que vamos a dedicar nuestros esfuerzos. Primero, la ampliación del puerto, que ya debe ver la luz en el año 2017 en cuanto a ejecución de obras. Otra es la mayor flexibilización del tránsito fronterizo con Marruecos a fin de mejorar el movimiento humano, turístico y comercial. Y también conseguir mejoras en las tarifas aéreas, así como dar un impulso al turismo, terreno en el que Melilla tiene mucho por ofrecer. Son grandes retos que tenemos planteados y yo creo que vamos a conseguir grandes mejoras porque ya tenemos un extenso camino recorrido.
En cuanto al turismo, ¿hasta qué punto es mejorable la visita de más turistas, sobre todo nacionales? ¿Qué políticas de captación tienen o piensan llevar a cabo?
Tenemos varios programas; apoyamos la inversión subvencionando parte del capital y también gastos de implantación de primer establecimiento. La Seguridad Social tiene una bonificación del 50% en Melilla; pero además nosotros, la Ciudad Autónoma, bonificamos la seguridad social al cien por cien durante un periodo de hasta dos años. Tenemos otras bonificaciones fiscales, como pueden ser el 50% en sociedades o el 50% en renta, estando además, exentos de pago del IVA. Aquí existe la figura del IPSI, impuesto local, que siempre es más atenuado que los tipos de IVA peninsulares.
El turismo está creciendo en Melilla en un porcentaje mayor a la media nacional; es uno de los sectores con mayor desarrollo de futuro porque tenemos la materia prima suficiente como para que la ciudad sea muy atractiva: un patrimonio histórico-arquitectónico importante -un recinto fortificado envidiable y la segunda ciudad con más edificios modernistas de España-, un clima benigno que favorece el turismo durante todo el año, unas playas de arena fina magníficas y gozamos de una buena oferta gastronómica procedente de la mezcla de culturas que aquí se encuentra y que forma parte de nuestros alicientes. Todo esto unido a las comunicaciones de calidad y frecuencial con la península en barcos y aviones.
Estamos presentes en muchos foros turísticos y ferias más importantes nacionales y extranjeras, y estamos desarrollando una política de captación con touroperadores que está incrementando progresivamente la llegada de turismo a Melilla. Como curiosidad, podría señalar que el IMSERSO tiene lista de espera en la demanda de sus viajes organizados a nuestra ciudad.
¿Son mejorables las actuales infraestructuras de la ciudad? Si es así, ¿qué falta a corto plazo?
Melilla es una ciudad que puede presumir de infraestructuras, tanto portuarias como aéreas, pero efectivamente hay una, ya mencionada anteriormente, que es la ampliación del puerto, en la que se van a desarrollar actividades tan importantes como puede ser la implantación de una base logística de operaciones de contenedores, el desarrollo e implantación de las industrias locales más molestas que se reimplantarán allí y que liberarán suelo en la ciudad. Va a ser una zona franca, pensando sobre todo en las excelentes relaciones comerciales que mantenemos con Marruecos y también las que debemos mantener con Argelia, país muy próximo y muy interesante de cara al futuro.
¿Y las comunicaciones con la península y territorios más próximos en qué situación se encuentran?
Las comunicaciones aéreas son buenas; tenemos tres vuelos diarios a Madrid con una duración de hora y media, además de siete u ocho vuelos diarios a Málaga y vuelos con Granada y Almería. Todo esto en invierno, porque en verano se incrementa la oferta a otros puntos como Barcelona, Baleares o Canarias.
En cuanto a barcos, tenemos los mejores de las flotas de las grandes compañías, manteniendo comunicaciones diarias con Málaga, Almería y Motril. Por señalar una queja, mencionaría que quizá las tarifas aéreas son elevadas para el peninsular, sobre todo si se compran para salida inmediata. Ahí tenemos una tarea que mejorar, para lo cual habrá que pedir a Europa que nos apoye.