Juan Comas Juan José Güemes es el presidente del Centro Internacional de Gestión Emprendedora de IE Business School, una institución dedicada a la formación de líderes que promueven la innovación y el cambio en las organizaciones y que es reconocida como una de las diez mejores escuelas de negocios del mundo. IE dispone de un campus en Madrid y otro en Segovia; y cuenta con un claustro de más de 400 profesores que, actualmente, imparten clases a alumnos de más de 90 países en los Programas de Grado, de Master, de Doctorado y de Executive Education.
¿Por qué IE da tanta importancia al emprendimiento?
IE fue fundada por emprendedores y con clara vocación de promover el espíritu emprendedor. Hay otras instituciones de educación superior internacionales con una aproximación más convencional a la formación de líderes. En IE creemos que el emprendimiento y la innovación son más importantes que nunca y no sólo cuando se trata de crear nuevas empresas, sino también en empresas ya establecidas, empresas familiares, organizaciones sin ánimo de lucro e incluso para la gestión en los gobiernos. Vivimos en un mundo donde todo cambia cada vez con mayor rapidez y donde cada vez es más apreciado un estilo de management emprendedor, capaz no sólo de administrar el éxito del pasado o del presente, sino que permita a las organizaciones adaptarse a los cambios y aprovechar las oportunidades del futuro. Por eso en IE Business School e IE University ponemos el acento en el emprendimiento, sea cual sea el programa de que se trate. Y por eso en IE todos los estudiantes en algún momento tienen que ponerse en la piel de un emprendedor y seguir el proceso de identificar una oportunidad de negocio, construir una propuesta de valor, concebir un modelo de negocio y concretar todo eso en un plan de acción. El ambiente también es extraordinariamente estimulante: personas de más de 90 nacionalidades, con trayectorias profesionales, experiencias y culturas muy diversas, constituyen el mejor entorno posible para el emprendimiento y la innovación. Los profesores visitantes de otras universidades o conferenciantes internacionales se asombran al comprobar hasta qué punto el espíritu emprendedor está calando, por ejemplo, en los estudiantes de IE University: algunos de ellos crean su primera startup en el primer o segundo curso de grado.
¿Y cree que esto es lo que necesita la empresa hoy?
Sin duda. Las empresas, cada vez más, están demandando personas capaces de comportarse como emprendedores dentro de cualquier organización, capaces de identificar nuevas oportunidades de negocio, de evaluarlas, de reunir los recursos necesarios para ponerlas en marcha y de pasar a la acción. Una buena prueba de ello es que otras instituciones académicas están ahora buscando la manera de orientarse más hacia el emprendimiento. Y creo que aciertan al intentar seguir la estela de IE, que han interpretado bien el tipo de competencias que las empresas están demandando y que cada vez van a demandar con más intensidad en el futuro.
En todos los cargos técnicos y políticos que usted ha desempeñado siempre se ha caracterizado por el emprendimiento y la innovación. ¿Es por eso que aceptó esta responsabilidad?
Es cierto que durante mi vida profesional he tenido la oportunidad de promover profundos cambios allí donde he tenido responsabilidades de gestión. Y es extraordinariamente estimulante formar parte de IE, donde no sólo se predica el espíritu emprendedor, sino que se lleva a la práctica en el día a día.
¿Qué importancia tiene formar emprendedores en la actual coyuntura económica? ¿Qué papel jugará el emprendedor en la salida de la crisis?
La mayor parte del empleo lo generan las empresas de reciente creación. No se trata de las pymes, sino de las empresas nuevas, sea cual sea su tamaño, aunque evidentemente hay correlación entre tamaño y longevidad. La constatación de este hecho ha inspirado iniciativas como Startup America, impulsada por la Administración del presidente Obama. La creación de empleo falla no tanto cuando se cierran empresas -las empresas, nacen, viven, algunas crecen y todas mueren- como cuando se dejan de crear nuevas. Como muestra, un botón: en España, entre 1997 y 2010, el 80% del empleo creado ha sido generado por empresas con menos de tres años de vida.