La Asociación Española de Medicamentos Biosimilares, es una organización sin ánimo de lucro que acoge y representa a todas las compañías farmacéuticas que investigan, desarrollan, producen y/o comercializan medicamentos biosimilares.
Su objetivo es el fomento y la promoción de los intereses científicos, empresariales y técnicos comunes a la industria española de medicamentos biosimilares. Sus principales interlocutores son las administraciones sanitarias, profesionales sanitarios y asociaciones de pacientes, a los que intentan transmitir qué es un biosimilar y la necesidad de fomentar esta clase de medicamentos que, con iguales garantías de calidad, eficacia y seguridad contribuyen a una sanidad más sostenible y eficiente.
¿Qué son los medicamentos biosimilares?
Un medicamento biológico es un producto cuyo principio activo se obtiene de una fuente biológica, empleando habitualmente para ello la biotecnología.
Una vez que el medicamento biológico original ha perdido la patente, se pueden comercializar los medicamentos biosimilares. Es un fenómeno equivalente al que sucede con los medicamentos de síntesis química original y su genérico.
Un biosimilar es, por tanto, un medicamento biológico equivalente en calidad, eficacia y seguridad a su producto original de referencia que ha perdido la patente. La posología y vía de administración deben ser las mismas, y el biosimilar se puede autorizar para todas o algunas de las indicaciones terapéuticas aprobadas para su biológico de referencia. En la actualidad la Unión Europea ha autorizado ya la comercialización de más de sesenta de estos medicamentos, y se espera que en los próximos años se pueda disponer de un número creciente de productos e indicaciones aprobadas.
¿Qué valor aportan en el Sistema Nacional de Salud? ¿Es sólo cuestión de precio?
Los biosimilares introducen competencia en el mercado lo que conlleva un aumento de la eficiencia en el SNS. Así, contribuyen a la sostenibilidad del SNS al ayudar a la contención del gasto farmacéutico en un segmento, los medicamentos biológicos, que además de suponer ya más de la mitad del gasto en medicamentos a nivel hospitalario, crece de manera constante. No es una cuestión menor si pensamos que desde 2009 a 2019 los medicamentos biosimilares han generado un ahorro de más de 2.300 millones de euros y, sólo en los próximos tres años (2020-2022), está previsto que liberen otros 2.800 millones.
Este menor coste de los tratamientos biológicos expuestos a competencia de biosimilares permite que un mayor número de pacientes acceda a tratamientos biológicos y los pacientes puedan acceder a las terapias con medicamentos biológicos en fases más tempranas de la enfermedad. Esto contribuye también a obtener unos mejores resultados en salud y a que el paciente pueda ser tratado con el medicamento más adecuado cuando así lo precise.
Sabiendo esto, ¿cómo se encuentra actualmente posicionada la industria de los biosimilares?
La adopción de medicamentos biosimilares en España ha sido lenta en comparación con otros países, si tenemos además en cuenta que llevan en el mercado desde 2006. Ha sido un crecimiento paulatino que ha requerido mucha concienciación, sobre todo en explicar el sólido marco conceptual y de desarrollo que los sustenta y que asegura que su calidad, eficacia y seguridad es similar a la de sus medicamentos de referencia. Los datos nos dicen que el mercado de biosimilares está creciendo notablemente en los últimos años, pero todavía existe recorrido hasta conseguir cifras cercanas al 80% de utilización como lo han hecho otros países europeos desarrollados de nuestro entorno.
Pero la importancia del sector de los biosimilares no es sólo sanitaria, pues fomentar los biosimilares es apostar por un sector industrial de alto valor como es el biotecnológico, que por una parte contribuye a la sostenibilidad financiera, además, concentra mucho conocimiento, innovación, contribución al PIB y mano de obra altamente cualificada.