Es verdad que aún existe un gran nivel de demagogia en este país sobre estos temas, pero lo que es cierto es que aunque los servicios se mantengan en titularidad pública, su gestión puede ser realizada por las compañías privadas y que esto, además, es bueno para el país y para sus habitantes. Tenemos otros ejemplos de gestión integral en algunas comunidades autónomas, como es el caso del Hospital de Dénia (Alicante), que construimos nosotros, con una inversión cercana a los 100 millones de euros.