Su alcance internacional ha sido visible desde sus inicios, pues ya en el año 1824 contaba con un 30 por ciento de estudiantes internacionales de 15 nacionalidades diferentes. La enseñanza de idiomas era una parte esencial de su primer plan de estudios, que incluía, además de la gramática francesa, cursos de inglés, alemán y español. A partir de 1825 se enseñaban diez idiomas y los alumnos tenían que estudiar al menos tres de ellos.