consuman, los directivos de la empresa (con el consejero delegado, Gabriel Coll, al frente) han apostado fuerte por la internacionalización. Los resultados les dan la
razón. Desde 2012 viene creciendo, y cuenta, además de la central de Inca, con delegaciones en Menorca, Ibiza, Barcelona, Madrid y México, y una oficina comercial en
Miami.
nuevo nombre. Los socios (Jaime y Gabriel Doménech Coll, que eran los hijos del fundador) tenían predilección por Grace Kelly, y tuvieron ocasión de conocerla con
motivo de su boda con Rainiero de Mónaco en Formentor. De ese encuentro nació la idea de bautizar a la empresa como Quely, con la misma fonética pero con ligera
variación en la escritura. Cabe decir que hemos hecho muchos anuncios jugando con esta pequeña pero importante historia, y nos ha valido el reconocimiento en
importantes festivales nacionales e internacionales.
momentos buenos y otros no tanto. En 1993, un cortocircuito deja en ruinas la fábrica… Sin duda, debió ser un duro golpe.
madrugada en el mes de agosto, fruto de un cortocircuito en unos depósitos de aceite. La fábrica quedó totalmente destrozada. Gracias al hecho de que contábamos en el
grupo con otra empresa de pan, pudimos seguir produciendo las galletas. Sin duda, fue un punto de inflexión importante. El mallorquín, que ya tenía mucha estima por
los productos de esta casa y los consumía, si cabe los hizo más suyos. Es decir, Quely pasó a ser Mallorca. Fue un momento en el que nuestro producto pasó a ser un
símbolo para Mallorca y los mallorquines.
y, al mismo tiempo, ser competitivo no sólo en España, sino también a escala internacional?
que hacer, en Inca, por eso son galletas de Inca.
relativamente fácil convencerle para que trabajara con nosotros y firmamos un contrato para que fuera nuestro embajador en el mundo y nos dio visualización en la
esfera internacional. Al decir que nuestro embajador era Rafa Nadal, la gente nos miraba de otra forma.