Juan ComasEl eslogan elegido por la Cadena Cope (“Donde nos gusta estar”) refleja, en buena medida, lo que su actual equipo gestor trata de imprimir en este momento a la radio católica de mayor relevancia en el panorama mediático de nuestro país. Pero, aun siendo bueno, no explica del todo lo que sus profesionales tratan de hacer cada día con su voz en las ondas: “infundir de esperanza a tanta gente como lo necesita”, explica Fernando Giménez Barriocanal, presidente y consejero delegado de la Cadena. Desde esta atalaya, su punto de vista resulta esencial para entender qué está pasando en la radiodifusión española de comienzos del siglo XXI.
¿Cuáles son los criterios que iluminan la actuación de los profesionales que trabajan en Cope?
Los únicos criterios son, en primer lugar, el ideario. Cope no es una radio independiente. No es una radio de partido, pero sí nos debemos a nuestro ideario, cuyo componente esencial es la dignidad de la persona humana, el amor a la verdad, el desarrollo de los valores fundamentales de la familia y la sociedad. Y éste es nuestro timón. A partir de ahí, los profesionales de la cadena, los periodistas y comunicadores tienen la total libertad de expresarse como consideren más adecuado en cada momento. Lo que sí es verdad es que Cope es la única radio en España que tiene una línea editorial muy clara y que la expresa en antena al menos cuatro veces al día.
¿Les condiciona en algo que su socio mayoritario sea la Conferencia Episcopal Española o tienen independencia informativa?
Si por condicionar entendemos que se trata de una radio que es confesionalmente católica, la respuesta a esta pregunta es sí. Por el contrario, si por condicionar pensamos que la gente de la Cope está supeditada a lo que ordenen los obispos de este país, la realidad es que no. Los hechos lo demuestran. Nosotros no somos los portavoces de la Conferencia Episcopal.
