Carmen Peñalver
El propósito del Centro de Estudios Garrigues es trasladar la experiencia, conocimientos, y metodología propias de un moderno despacho a la formación de profesionales con experiencia. La vinculación con el despacho Garrigues permite al Centro mantener un contacto constante con el ejercicio profesional, de acuerdo con la cambiante realidad legal, económica y empresarial, y ofrecer una formación de calidad con características propias y diferenciadas. El Centro cuenta con un claustro de más de trescientos profesores pertenecientes a las principales entidades privadas, despachos, entidades financieras e instituciones públicas. Su prestigio y la calidad de sus programas son reconocidos por las principales empresas, entidades financieras y por los “rankings” más relevantes en el ámbito de la formación de postgrado especializada.
El Centro es, entendido como escuela de negocios, el único vinculado a un despacho profesional. Esto ya es una peculiaridad, pero ¿qué caracteriza y diferencia a esta escuela donde se forman recién graduados y profesionales con experiencia?
Las características distintivas del Centro de Estudios Garrigues son el rigor, la excelencia, la innovación y el profundo conocimiento de la realidad jurídica y empresarial. Todo ello unido a nuestra permanente vocación de mejora, nos permite estar en posición de ofrecer los mejores programas de formación sobre las materias más novedosas y sobre las cuestiones con una mayor complejidad e interés.
Queremos influir radicalmente en la carrera de nuestros alumnos, de modo que su paso por el Centro de Estudios Garrigues suponga una marcada transformación en sus capacidades, elevando sus expectativas no sólo económicas sino competenciales.
La formación executive, de personas con experiencia laboral, parece que es ya un requisito para acceder a posiciones relevantes en el mundo del trabajo. ¿Qué da la formación que no da la práctica?
La formación actual no tiene nada que ver con la formación a la que tradicionalmente estábamos acostumbrados. La velocidad con la que está cambiando el mundo de los negocios como consecuencia de la hiper-conectividad y la revolución digital y de la inteligencia artificial en la que estamos inmersos, hace que los puestos de trabajo estén en continua evolución. Va a haber puestos de trabajo que van a desaparecer, otros van a aparecer (ya están apareciendo) y, en todo caso, todos los puestos de trabajo van a estar en continuo proceso de revisión competencial y de alcance.
Como acertadamente menciona el informe 2017 Deloitte Global Human Capital Trends, el concepto de carrera ha cambiado radicalmente, las carreras se extienden mientras que los conocimientos rápidamente dejan de tener aplicación práctica; en el pasado, los empleados aprendían a obtener competencias para una carrera, ahora, la carrera en sí misma es un viaje de aprendizaje.
En definitiva, hoy en día el ejercicio de la profesión requiere de una continua formación. Formarse es una necesidad no sólo para crecer o mejorar en las expectativas de carrera, sino para transitar con éxito por la propia carrera.
El Centro es un referente en el Master de Acceso a la Abogacía. ¿Qué aporta el Centro de Estudios Garrigues y no otro?
En el Centro de Estudios Garrigues hemos concebido los masters de acceso como una oportunidad para la doble especialización. Todos nuestros masters son dobles, de modo que permiten al alumno no sólo formarse en las materias que le serán demandadas en la profesión, sino adicionalmente en un área jurídica específica que le pueda hacer absolutamente diferencial y que le permita acceder a la profesión con unas evidentes ventajas competitivas.
Es verdad que la exigencia de nuestros masters es grande como lo es el esfuerzo que tienen que hacer nuestros alumnos, pero los resultados en cuanto a preparación y excelencia son incontestables, como lo demuestra el excepcional nivel de demanda que tienen nuestros alumnos de los principales despachos y empresas.
¿Qué aporta la formación al profesional del Derecho?
Las herramientas indispensables para poder, primero ejercer la profesión y segundo hacerlo con el nivel de rigor y solvencia que la misma demanda. El abogado no puede defraudar las expectativas y confianza que en él depositan sus clientes y para ello debe estar en un continuo proceso de formación y en una búsqueda continua de la excelencia.