Beatriz Valencia fue elegida recientemente presidenta de ALDEFE (Asociación de Explotaciones Frigoríficas, Logística y Distribución de España) en sustitución de Julian Corriá. Su trayectoria empresarial es muy amplia: CEO de Friovaldi, y también de Canal Logístico y Valplus Logística, empresas dedicadas a la logística integral con almacén propio multitemperatura de 15.000m2 en Madrid y al transporte de carga completa por carretera, respectivamente. Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales (especialidad en Dirección y Análisis Financiero) por la Universidad Pontificia de Comillas (ICADE E-2); Master Course en Manufacturing Planning en el Institute for International Research; Curso e-Procurement en Cranfield “From strategy to value” y CPIM Certified in Production and Inventory Management (A.P.I.C.S)
ALDEFE es una asociación nacional, integrada en CEOE y CEPYME, que representa a más de 100 empresas del sector con una capacidad de almacenamiento de siete millones de m3. El sector factura anualmente 6.000 millones de euros y mantiene el empleo directo de 20.000 personas. También integra a los túneles de congelación que alcanzan unas 1.200 Tm/24 horas. La producción de hielo, tanto tradicional como en cubitos o escamas, se cifra en torno a las 1.500 toneladas al día. Las empresas asociadas se dedican a almacenar productos a temperatura controlada (refrigerada o congelada), a congelar productos para su conservación y también su distribución.
El sector frigorífico es estratégico. Hace posible la conservación de los alimentos, que el alimento se pueda almacenar, transportar y que llegue al consumidor en condiciones óptimas para su consumo, con todas las garantías. Todos los días se mueven millones de productos que permiten un abastecimiento de calidad. Hay frigoríficos en los puertos, en mataderos, en mercados de abastos, la industria conservera. También es importante el transporte de productos perecederos y sensibles como las flores o los medicamentos, los cosméticos… El frio es fundamental para nuestro bienestar. Hasta la fibra de carbono para aviación necesita temperatura controlada.
Empecemos hablando del futuro del sector, que cada vez está más en auge porque es un sector estratégico para la conservación y transporte de alimentos, de los medicamentos y de la propia tecnología.
Las instalaciones de almacenamiento en frío están evolucionando, cada vez son más inteligentes (mediante la robotización y el blockchain) y ecológicas. También están más próximas a los centros de producción y al consumidor para responder a necesidades crecientes de espacio refrigerado, tanto por parte de los productores de alimentos para el mercado internacional como de los distribuidores para el comercio electrónico. También mejora el transporte en la primera milla logística (del campo o del matadero al congelador) y en la última milla de suministro al consumidor final.
El crecimiento del sector del almacenamiento de frío en los próximos años es evidente. Hay una demanda creciente de naves a temperatura controlada. Esto representa una oportunidad para las empresas que ya operan en el sector de prestación de servicios de frio. Pero también abre la puerta a la entrada de nuevos operadores e inversores con capacidad de realizar proyectos a medida más modernos, vinculados con los grandes del sector.
El sector de la logística del frío presenta unas expectativas de tasa de crecimiento muy altas, que atraen a nuevos jugadores dispuestos a satisfacerla y a asumir las inversiones que las tendencias tecnológicas demandan. La atracción del almacenamiento del frío por sus positivas perspectivas de futuro, es precisamente el elemento que puede terminar de poner en jaque la viabilidad de los negocios de jugadores tradicionales con menores recursos, que deben afrontar nuevas inversiones para ser competitivos y seguir en el mercado en un contexto de exagerada elevación del coste del principal recurso para la creación de frío: la energía eléctrica.
Los precios de la energía y la eficiencia energética son un tema de actualidad.
Desde luego los almacenes frigoríficos siempre han estado muy atentos a todo lo que suponga la eficiencia energética, porque, aunque la energía en este momento esté a un precio disparatado; siempre ha tenido un peso específico muy importante en la actividad de los almacenes frigoríficos. La actualización de los compresores, los programas de gestión energética, la informatización de los sistemas de almacenaje, la robotización, la mejora de los aislamientos, los nuevos refrigerantes y demás elementos de siempre se han unido a temas como la producción fotovoltaica o Aero generación, que están resultando cada vez más necesarios para el equilibrio de costes en la producción de frio.