Bahk Sahnghoon
Ex embajador de la República de Corea del Sur ante España

Después de tres años y siete meses de misión diplomática como embajador en España, ha llegado al momento de regresar a mi país, Corea. Tan solo pensar en despedirme de España, y de los buenos amigos españoles, me deja con un sabor agridulce.

Al mirar hacia atrás, mi tiempo en España se ha completado con muchos logros y alegrías tanto profesionalmente como en el ámbito personal.

Profesionalmente, tuve el privilegio de impulsar las relaciones entre Corea y España hacia una nueva fase de Asociación Estratégica, que ambos países han disfrutado oficialmente desde 2021. Además, contribuí al éxito de dos visitas de dos presidentes coreanos a España, en 2021 y en 2022 respectivamente. Así como a la visita oficial del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, a Corea en 2022.

Por otra parte, me complace enormemente observar el constante aumento en los intercambios comerciales e inversiones. Empresas españolas, tales como Iberdrola y Ocean Winds, incursionaron al sector de energías renovables en Corea. De igual modo, empresas coreanas, tales como Lotte Energy Materials y Hyundai Mobis, anunciaron sus inversiones en el área de las baterías para coches eléctricos y en el sector de sistemas de baterías.

Se incrementó el flujo de viajeros entre ambos países, lo que contribuye significativamente a fortalecer el entendimiento mutuo y la interacción entre las personas de ambas nacionalidades. Durante el año pasado, más de 434.000 personas de Corea optaron por visitar España, mientras que aproximadamente 34.000 españoles eligieron Corea como destino.

Estoy seguro de que estas cifras experimentarán un crecimiento sostenido en los próximos años, con la apertura prevista de la oficina de Turespaña en Seúl y con más vuelos directos entre Corea y España.

Me viene a la mente la inevitable recapitulación que provoca el hecho de cerrar un ciclo. Durante mi estancia en España, he podido sumergirme en la cultura y la idiosincrasia española, lo que me ha permitido comprender mejor este maravilloso país. Asimismo, fui testigo de lo dinámica que es la política española y de los esfuerzos de sus gobernantes por revitalizar la economía que se vio seriamente afectada por el COVID-19. Las amistades que he establecido con los españoles han enriquecido mi vida y ampliado mi experiencia de manera significativa. En cuanto al idioma español, aunque no he alcanzado un dominio total, me siento orgulloso de haber podido mejorar bastante mi nivel durante este tiempo.

Viajé a distintos sitios de España: desde Asturias hasta Andalucía y de las Islas Canarias a las Baleares. En resumidas cuentas, conocí España a lo largo y ancho. Gracias a esos viajes, he visto y aprendido la historia y sus tradiciones. He disfrutado de la peculiar cultura española con sus diversos colores y sabores. Sus varias fiestas, el flamenco, los toros, sus museos, sus teatros y cómo olvidar la altísima calidad artística que caracteriza a España con sus grandes expositores como Diego Velázquez, Goya, Pablo Picasso, Antoni Gaudí y Salvador Dalí, entre otros.

Como buen aficionado del arte, he disfrutado de estupendos espectáculos de ópera, zarzuela y danza que España ha ofrecido. En reiteradas ocasiones tuve el placer de visitar museos de gran prestigio, tales como el Museo del Prado, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Museo Thyssen-Bornemisza, el Museo Sorolla y el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, entre muchos otros.

Una de las cosas que definitivamente no podía dejar pendiente es convertirme en peregrino del Camino de Santiago. Ha sido una experiencia muy especial e inspiradora.

Disfrutar de la gastronomía española fue una pieza clave para mi feliz experiencia. Sin embargo, tengo que reconocer que he tenido un efecto colateral inesperado: ya no me ajusta la ropa porque he cogido algunos kilos a causa de no poder resistirme ante tantas delicias de la cocina española.

Cerca del ocaso de mi inmejorable estancia en España, puedo decir que lo he vivido casi todo. Sólo me queda algo pendiente: será una pena no poder presenciar en directo los partidos del Real Madrid en los que jugará Mbappé.

Un día alguien me preguntó qué me gustaría llevarme de España a Corea. Tengo muchas cosas: jamón ibérico, aceite de oliva, patrimonios culturales, el clima y la buena calidad del aire, por mencionar algunas de sus maravillas. Pero, de entre todo esto, me quedo con las amistades que he tenido la fortuna de encontrar y con la calidad de vida que disfrutan los españoles.

Estoy profundamente agradecido de que España me haya brindado alegría, felicidad y amistades tan queridas. Quiero expresar mi sincero agradecimiento desde lo más profundo de mi corazón a todos mis amigos españoles por hacerme sentir en casa. Sin duda, me quedarán ganas de volver a este lindo país.

Amigos, muchas gracias y ¡hasta pronto!