En el área de Nuevos Negocios de Naturgy trabajan desde 2020 principalmente en el ámbito de los gases renovables, tanto el biometano como el hidrógeno, y en el de la movilidad sostenible a gas, sector en el que los gases renovables también están llamados a jugar un rol relevante.
“A día de hoy en España hay muy pocas plantas de producción de gases renovables, por lo que se trata de un mercado muy nuevo y por eso en nuestro día a día nos basamos en tres ejes: la innovación, que nos permite desarrollar nuevos modelos de negocio y reducir costes de producción de la energía. La colaboración, pues al tratarse de proyectos complejos con tecnologías tempranas, como es el caso del hidrógeno, y regulaciones en desarrollo, necesitamos establecer alianzas, tanto interna como externamente, y las sinergias y el expertise que puede aportar cada parte son primordiales. Y el impacto social, ya que nuestro objetivo es que estos proyectos tengan un efecto positivo en los territorios donde se asientan (generación de empleo, nuevas oportunidades, beneficios medio ambientales), y para eso también hacemos una importante labor de escucha de las inquietudes del entorno para integrarlas en estas iniciativas”, explica Silvia Sanjoaquín, directora del área.
El mundo entero está inmerso en un proceso de transformación energética que es vital. ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta Naturgy en su apuesta por las nuevas energías?
Para alcanzar los objetivos comunes de descarbonización, desde Naturgy apostamos por un mix de soluciones energéticas que incluya, además de la electrificación de la demanda en base a energías renovables, un desarrollo cada vez mayor de los gases renovables, como el biometano o el hidrógeno.
Estos nos permiten llevar la descarbonización a sectores difícilmente electrificables como, por ejemplo, el del calor industrial o algunas aplicaciones de transporte. Y es que, por ejemplo, en España se calcula que, al menos, un 40% de las emisiones de CO2 no tienen alternativa fácilmente electrificable, para las que los gases renovables ofrecen la alternativa más eficiente.
El biometano se obtiene a partir del tratamiento de los residuos urbanos, agrícolas, ganaderos y de la industria agroalimentaria, así como de la depuración de las aguas residuales, por lo que fomenta la economía circular, ya que contribuye a la gestión sostenible de residuos. Por otro lado, puede inyectarse de forma sencilla en las redes de distribución de gas ya existentes y puede consumirse para los mismos usos que el gas natural.
Así, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero al evitar las emisiones de CO2 del combustible al que sustituyen; y la dependencia energética del exterior al producirse de forma autóctona. También genera empleo y fija población en zonas rurales.
En su opinión, ¿qué tiene España que no tienen otros mercados? ¿Cuáles son las bondades de nuestro país?
España es el tercer país europeo con mayor potencial de producción de biometano, que se estima en 163 TWh/año y que cubriría aproximadamente el 45% de la demanda nacional de gas natural. Así que tenemos una oportunidad, como país, de impulsar esta transición energética. En el caso del hidrógeno, también cuenta con un gran potencial debido a la abundancia de recurso renovable.
La materialización del potencial español de producción de biometano supondría, asimismo, un importante impulso al desarrollo socioeconómico local, ya que conllevaría la puesta en marcha de 2.326 plantas especializadas a lo largo de todo el territorio, con una inversión asociada estimada de 40.500 millones de euros -el equivalente al 3,6% del PIB- y la generación de cerca de 62.000 empleos, entre directos e indirectos, asociados a su operación y mantenimiento.
El principal valor de este gas renovable reside en que sus posibilidades de desarrollo son especialmente palpables en sectores de difícil electrificación por la naturaleza de sus actividades y en que permite el aprovechamiento de multitud de residuos, solucionando el problema de gestión existente en España e impulsando, por tanto, la economía circular.
Con todo, la producción de biogás que se propone en el Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) es claramente insuficiente, sus objetivos deben reflejar el espíritu del plan REPowerEU, que promueve la producción y consumo tanto de biometano como de hidrógeno, ambos claves para avanzar en la transición energética de la Unión Europea, a la vez que reduce la dependencia energética. Como sector consideramos fundamental incrementar estos objetivos de manera que podamos aprovechar al máximo posible el potencial de producción con el que contamos. Pensamos que como país debemos hacer una apuesta decidida por el biometano de tal manera que se pueda llegar a aprovechar totalmente ese potencial del que todos hablamos y esa apuesta debe comenzar con el desarrollo de políticas ambiciosas.
En Naturgy, vemos una oportunidad clara en el desarrollo de los gases renovables para descarbonizar nuestras redes de gas, nuestras instalaciones y las de nuestros clientes. Por ello, como compañía, estamos haciendo una apuesta muy fuerte para liderar esta transición y desarrollar toda la cadena de valor tanto del biometano como del hidrógeno