Antonio Blanco
Antes de ser embajador de Brasil en España, Orlando Leite Ribeiro, ejerció de 2019 a 2022 de secretario de Comercio y Relaciones Internacionales del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil. También desempeñó diversos cargos relacionados con la investigación agrícola, la promoción de exportaciones y el comercio exterior. Diplomático de carrera durante más de 30 años, ha trabajado principalmente en cuestiones comerciales y e económicas en Brasilia, Nueva York, Asunción y Washington D.C.
Dado su extenso recorrido en el ámbito del comercio exterior y las relaciones internacionales, ¿cómo evalúa el estado actual de las relaciones económico-comerciales entre Brasil y España? ¿Cuáles considera que son los principales motores de crecimiento y los desafíos a superar en esta asociación estratégica?
El estado actual de las relaciones económico-comerciales entre Brasil y España es impresionante, no sólo desde el punto de vista histórico, sino también en cuanto a nuestras relaciones estratégicas con el resto del mundo. El sector privado español es el segundo mayor inversor extranjero directo en Brasil, sólo por detrás de Estados Unidos. También es el segundo inversor líder en nuestra cartera prioritaria de grandes proyectos de infraestructura. Brasil, a su vez, es un importante proveedor de materias primas para la economía española. Somos, por ejemplo, los principales socios de España en ganadería local, suministrando cereales para la alimentación animal, y también los mayores proveedores de la agroindustria cafetera española. Tenemos una importante relación comercial en energía, con intercambio de petróleo y combustibles. Pero aún queda mucho por hacer. Trabajamos para facilitar el acceso de las pymes españolas que quieran invertir en el mercado brasileño, internacionalizar las empresas brasileñas con España como puerta de entrada a Europa, y profundizar y diversificar nuestra agenda comercial, que, a pesar de ser importante, todavía está muy por debajo de su potencial.
El Acuerdo Mercosur-Unión Europea ha sido objeto de intensas negociaciones durante años. ¿Qué perspectivas ve para la finalización y entrada en vigor de este acuerdo? ¿Cómo cree que impactará este acuerdo en las relaciones comerciales bilaterales y en la competitividad de las empresas brasileñas y españolas?
Brasil y España son más que conscientes de los beneficios mutuos que traerá el Acuerdo. Varios productos en los que España es muy competitiva, como los vinos y el aceite de oliva, no tienen la penetración que deberían tener en Brasil por cuestiones que el acuerdo solucionaría. Pero los beneficios van más allá del ámbito comercial: el capítulo sobre inversiones podría facilitar aún más los flujos de un lado a otro; el capítulo sobre medio ambiente ayudaría a profundizar la cooperación en este ámbito. A pesar de los esfuerzos de nuestros dos países, la resistencia, en mi opinión infundada, que algunos sectores específicos de determinados Estados miembros logran imponer a la UE sigue obstaculizando algo que sería beneficioso para las sociedades de todos los implicados.
Brasil ha asumido un papel cada vez más protagonista en el escenario internacional. ¿Cómo valora la participación de Brasil en el G20 y en las Conferencias de las Partes (COP)? ¿Qué objetivos estratégicos persigue Brasil en estos foros y cómo contribuye a la construcción de un orden mundial más justo y sostenible?
Brasil ha recuperado su protagonismo internacional y esto es muy importante, ya que aportamos una perspectiva indispensable para el futuro común del planeta. En este aspecto, compartimos muchos valores con los españoles. Basta mirar las prioridades que nuestra presidencia estableció para el G20: combatir el hambre, la pobreza y la desigualdad; el desarrollo sostenible; y la reforma de la gobernanza global. En noviembre, durante la reunión de líderes del G20 en Río de Janeiro, lanzaremos la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza. España ya ha anunciado que se sumará a la iniciativa, incluso con aportaciones económicas, para que podamos acabar por fin con el hambre en el mundo. En cuanto a la COP, en Belém do Pará, será la primera vez en la historia que se discutirá sobre la importancia de la Amazonía dentro del corazón mismo de la Amazonía y sobre los derechos de los pueblos indígenas con su participación. Creo que esto habla por sí solo.
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