Fernando Ramos
A lo largo de sus cien años de historia, Prats ha demostrado que la combinación de innovación, calidad y un profundo respeto por sus raíces puede convertirse en una fórmula ganadora. Esta empresa familiar, nacida del espíritu visionario de Alberto Prats en 1924, ha evolucionado desde sus modestos inicios en la óptica hasta liderar el desarrollo de lentes progresivas de vanguardia a nivel global. Hoy, con una sólida presencia en 22 países y un enfoque único en la excelencia, Prats se ha consolidado como un referente en su sector. Conversamos con Francisco Prats, consejero delegado del Grupo Prats y nieto del fundador para explorar cómo han mantenido viva la visión de su fundador, enfrentado desafíos como la independencia empresarial y adaptado a un entorno tecnológico y competitivo en constante cambio.
¿Qué elementos considera que han sido claves para mantener viva la visión de Alberto Prats después de un siglo de historia?
La visión de Alberto Prats sigue siendo el eje central de nuestra empresa. Su compromiso con la excelencia, la innovación y su inquietud empresarial ha sido nuestra guía durante estos primeros cien años. Este legado se mantiene vivo porque hemos sabido adaptarlo a los tiempos actuales sin perder su esencia. Desde la fundación de la empresa, hemos fomentado una cultura empresarial basada en valores como la obsesión por la calidad, la atención al cliente y la ética profesional. Además, el respeto por nuestras raíces familiares nos ha permitido tomar decisiones con una visión a largo plazo que honra las enseñanzas de Alberto Prats. La continuidad de esta visión también ha sido posible gracias al compromiso de nuestro equipo, clientes y proveedores, que comparte esta filosofía y la incorpora en cada proceso y acción.
¿Cómo han logrado adaptarse a los cambios tecnológicos y de mercado manteniendo la independencia como empresa?
Mantener la independencia en un sector tan competitivo ha sido un gran desafío, pero también una fuente de fortaleza. Creemos firmemente en lo que hacemos y nos esforzamos para mejorar nuestros productos, este valor nos diferencia y nos impulsa a la autonomía. Gracias a ello hemos experimentado un crecimiento progresivo que nos ha permitido no sólo adaptarnos, sino también liderar muchos cambios del mercado. Nuestra estrategia se basa en desarrollar soluciones propias que nos diferencien, como el uso de tecnologías de personalización avanzada. Esto nos permite mantener un control total sobre nuestros procesos de producción y garantizar la máxima calidad. Al ser independientes, tenemos la libertad de priorizar la excelencia sobre el volumen, adaptando nuestras decisiones a las necesidades del cliente y no a presiones externas. Este enfoque nos ha permitido mantener una posición sólida en un mercado en constante evolución.
La obsesión por la calidad es un pilar fundamental de la empresa. ¿Cómo han integrado este valor en los procesos productivos y en la cultura empresarial actual?
La calidad no es solo un objetivo; es el ADN de Grupo Prats. Para integrar este valor, hemos diseñado procesos productivos 100% Prats, que incluyen controles rigurosos en todas las etapas, desde la selección de materias primas hasta la entrega del producto final. Cada empleado entiende que su labor impacta directamente en la calidad que ofrecemos. Fomentamos una cultura de mejora continua rompiendo en cierta medida la verticalidad y las barreras de comunicación, somos pragmáticos y nos gusta que todos los miembros del equipo compartan este compromiso. Nuestra obsesión es reducir los errores y por ello invertimos en tecnologías de vanguardia para automatizar procesos, siempre bajo la supervisión de expertos. Esta combinación de tecnología, talento humano y un enfoque en la excelencia ha sido clave para mantener nuestra reputación como líderes en calidad e innovación de procesos.
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