Fernando Ramos
ROIK nació en 2016 de una necesidad personal de encontrar carteras funcionales, compactas y bien diseñadas sin perder la máxima capacidad de almacenaje. La mayoría de los hombres llevan en el bolsillo del pantalón su cartera y, siendo prácticos, llevar una cartera grande en el bolsillo, ni es cómodo ni es estético. “Claramente detectamos una oportunidad al ver un vacío en el mercado en el que las carteras de hombre seguían siendo excesivamente grandes. Lo que nos diferencia de otras marcas es que todos nuestros productos son diseños propios, están pensados al más mínimo detalle para que sean lo más optimizados posibles, pero sin comprometer la estética. Además, fabricamos como antes de manera artesanal, pero tenemos la mirada bien fija en el mañana”, nos dicen Cristina Martín y Marc Cobler, directora creativa y director de operaciones de ROIK, respectivamente.
¿Cuál es la mayor dificultad en el día a día de ROIK y cómo la enfrentáis para mantener el crecimiento sostenible?
Una de las mayores dificultades que enfrentamos en ROIK es lograr un equilibrio entre el crecimiento de la demanda y la preservación de nuestros valores de calidad y artesanía. A medida que la marca ha ganado popularidad, hemos tenido que expandir nuestra producción sin comprometer la esencia que nos define. Cada producto ROIK pasa por un proceso artesanal que requiere tiempo y precisión, lo que supone un reto adicional para cumplir con las expectativas de los clientes mientras gestionamos los tiempos de producción. Otro desafío importante es la gestión del inventario. Actualmente, trabajamos con más de 40 referencias diferentes, lo que exige una planificación precisa para evitar tanto el exceso como la falta de stock. Como somos una empresa pequeña, esto implica equilibrar cuidadosamente nuestras existencias con los flujos de caja. Además, debemos tener en cuenta que nuestros productos son hechos a mano y que desde el momento en que realizamos un pedido a nuestro taller hasta que llega al almacén, transcurren entre 5 y 6 semanas. Recientemente, hemos implementado un software de gestión basado en Inteligencia Artificial que nos permite prever mejor las necesidades y optimizar la planificación. Además, la gestión de inversiones es clave para sostener el crecimiento del negocio. Dedicamos nuestros recursos a tres pilares principales: desarrollo de producto, operaciones y marketing. En definitiva, en ROIK enfrentamos estos desafíos con resiliencia y liderazgo, adaptándonos constantemente y priorizando siempre la experiencia del cliente y la esencia de nuestra marca.
¿Cómo es fabricar en España y qué representa la artesanía del pueblo de Ubrique para ROIK?
Fabricar en España es un orgullo y, a la vez, un compromiso. Ubrique es conocido internacionalmente como la cuna de la marroquinería y su reputación está ligada a la calidad y el detalle. Para nosotros confeccionar allí significa una garantía de calidad. Contamos con auténticos maestros artesanos que han perfeccionado su técnica a lo largo de generaciones. Cada cartera ROIK es el resultado de un proceso artesanal que combina tradición y modernidad. Esto significa que, aunque utilizamos herramientas avanzadas para ciertos acabados, la esencia manual sigue siendo la base del producto. Fabricar en España también refleja nuestra apuesta por mantener la producción local y contribuir en la economía del país. Aunque tiene un coste mayor comparado con producir en otros países, creemos que la calidad, el control y la conexión emocional que ofrecemos a nuestros clientes hacen que valga la pena.
¿Qué importancia tiene la sostenibilidad en el modelo de negocio de ROIK? ¿Qué impacto tienen los productos de piel 100% vacuno y por qué es una elección clave para ROIK?
La sostenibilidad es un pilar fundamental para nosotros. Todos nuestros productos están diseñados para durar muchos años y no seguimos los ritmos cambiantes del sector de la moda en los que cada pocos meses se lanza una nueva colección. En ROIK favorecemos la reducción de consumo excesivo y el impacto ambiental asociado a productos desechables, nosotros promovemos un uso consciente y duradero. Para nosotros la clave para la durabilidad de un producto es el material. Por ejemplo, nuestras bandoleras para llevar el ordenador portátil están fabricadas con un material resistente y duradero creado a partir de envases de plástico reciclados; dando una segunda vida a un residuo y convirtiéndolo en algo útil y duradero. En cuanto a nuestras carteras, seleccionamos una piel 100% vacuno de gran calidad. Este tipo de piel es resistente y flexible, lo que garantiza que nuestras carteras mantengan su forma y funcionalidad con el paso del tiempo. A nivel medioambiental, optamos por piel de vacuno que proviene de procesos responsables, aprovechando subproductos de la industria alimentaria. Esto significa que contribuimos a un modelo de economía circular donde nada se desperdicia. Además, en ROIK, trabajamos exclusivamente con proveedores de cuero que cuentan con la certificación LWG (Leather Working Group), un sello de sostenibilidad reconocido en la industria. Este estándar garantiza que todas las curtidurías con las que colaboramos cumplen rigurosamente con prácticas responsables y sostenibles, abarcando aspectos como el uso eficiente de agua y energía, una gestión controlada de residuos, trazabilidad total en la cadena de suministro y la minimización del impacto ambiental de los productos químicos en el proceso de producción. Al exigir esta certificación a nuestros proveedores, en ROIK aseguramos que nuestros productos respetan altos estándares ambientales y éticos, alineándonos así con nuestro compromiso hacia un futuro más sostenible. Desde una perspectiva económica y cultural, trabajar con piel de vacuno es también una manera de mantener viva una industria artesanal que ha sido parte de la identidad española durante siglos.
Entrevista completa en la versión impresa.