Felipe Delgado
Fide se define como un “think thank” jurídico económico con una clara vocación inclusiva, colectiva e independiente. Creen que las mejores soluciones nacen del trabajo conjunto de grupos de individuos con diversas experiencias y conocimientos y así alcanzan la excelencia en el análisis que realizan de aquellos temas que consideran de máxima relevancia en la actualidad.
¿Qué la motivó a fundar Fide y cuál considera que es su mayor aportación al sector jurídico y empresarial en España? ¿Son ustedes un think tank al uso?
Cuando Fide nació, en el año 2007 no había en España un espacio de reunión para los profesionales del sector jurídico, trabajasen en despachos de abogados, administración pública o empresas. Este vacío constituía un obstáculo para avanzar en un análisis profundo de las cuestiones jurídicas, especialmente en el ámbito económico. Muchas barreras impedían el conocimiento de las consecuencias económicas de las resoluciones judiciales, de la regulación. Al principio hubo reticencia y desconfianza hacia el modelo, parecía que los profesionales que trabajaban en el sector público no podían o no debían reunirse con los del sector privado, ni estos entre sí, eran competidores. Sin embargo, prácticamente desde su inicio fue un éxito. Una idea a la que le había llegado su tiempo. La administración, los despachos de abogados, las empresas y la Academia comprendimos que era necesario, útil, reunirnos y conversar, conocer los diferentes puntos de vista, aportando todos. Puedo destacar la generosidad con la que desde el principio han participado cientos de magníficos profesionales en constituir lo que hoy diríamos es un think tank, y respondo a la segunda parte de su pregunta, no al uso. Y digo no al uso, porque la regla fundamental de Fide, y he comprobado que no existe, o al menos yo no conozco otro lugar de reflexión sobre derecho, economía, ciencia, tecnología y cuestiones humanistas, absolutamente independiente. En Fide no sólo caben, sino fomentamos que se expresen, todas las opiniones rigurosas, expertas. La única regla es el respeto por la opinión de los demás y aquí todos encontramos un espacio de formación, información, encuentro, análisis y debate que nos enriquece y nos permite aportar a la sociedad mucho conocimiento, múltiples estudios e informes útiles para hacer del derecho un elemento dinamizador de la economía, de la cohesión social. A esto hemos incorporado encuentros científicos y tecnológicos que permiten a profesionales de distintos sectores, formación académica y actividad económica disfrutar de un lugar de encuentro que extiende a esas áreas de conocimiento y actividad lo que hemos venido haciendo durante dieciocho años en los temas más estrictamente económicos.
Desde su experiencia como magistrada y abogada, ¿qué carencias o necesidades del ámbito jurídico identificó que llevaron al nacimiento de FIDE?
Cada profesional, tiene un conocimiento y desarrolla su trabajo en un lugar concreto, un despacho de abogados, una asesoría jurídica de una empresa, un juzgado, por citar sólo algunos lugares, y desde ese puesto de trabajo tiene una visión del mundo, de la actividad económica, de la normativa aplicable, pero carece de la visión, diríamos de 360 grados que es necesaria para comprender y conocer todas las piezas del engranaje. Incluso cada uno dentro del sector al que podríamos decir que pertenece, sólo conoce una pequeña parte, tu juzgado o tres más, tu despacho y el de algún amigo o compañero, pero el tiempo no da para más. Sin embargo, a través de los encuentros que he venido organizando toda mi vida, ya desde que ejercía como magistrada en Madrid, y después en las dos instituciones de formación jurídica que he creado antes de Fide, pude observar lo enriquecedor que resulta conversar con profesionales que trabajan en “el otro lado”, “en la competencia”, y cómo, a través de encuentros regulares, en un entorno confiable, con conocimiento riguroso de cada tema a tratar, con respeto y generosidad con los compañeros, todos nos enriquecemos profesional y personalmente y cómo además potenciamos conjuntamente la imagen de los profesionales del ámbito jurídico. Incluso la Academia se enriqueció, porque este contacto entre el mundo profesional y académico se regularizó y se consolidó, ayudando a valorarnos mutuamente.
¿Cuál es el principal valor que Fide aporta a los profesionales y empresas que participan regularmente en sus actividades y grupos de trabajo?
Los profesionales que participan en Fide regularmente son profesionales del máximo prestigio, con una formación excelente, con una actividad profesional exigente y exitosa, pero todos necesitamos siempre formarnos más y mejor. Y hacerlo en compañía o de la mano de profesionales a quienes conocemos y respetamos es realmente gratificante y útil. Además, el contacto con los demás te permite estar en el mercado profesional, demostrar tu conocimiento, tu valía, y hacerlo de la mejor manera posible, no sólo entregando una tarjeta, sino participando en los debates, en los grupos de trabajo, en las publicaciones, etc. Para las empresas y los despachos igualmente. Tener una información absolutamente actualizada y rigurosa de los cambios legislativos, jurisprudenciales, de las preocupaciones de otros profesionales del sector, de las alertas que están teniendo en cuenta sus colegas, etc. es del máximo valor, porque el tiempo es dinero, la información es el bien más preciado. Valoramos cada vez más, no sólo los jóvenes, la formación y el propósito de nuestras compañías. Si tu empresa o despacho te proporciona la posibilidad de ser miembro de Fide lo valoras positivamente. Si en colaboración con Fide, potencian tu formación, tu visibilidad, tu proximidad con otros profesionales en otros ámbitos de actividad, otros despachos, otras empresas o la administración pública, te están dando un abanico de oportunidades y crecimiento que es difícil encontrar de manera agrupada en otro lugar.
Entrevista completa en la versión impresa.
