José Luis Guerrero
Es una de las estrellas del firmamento tecnológico empresarial. Le llaman de todos los foros de ejecutivos para que hable de innovación y talento. Acaba de ser elegida presidente de la Comisión Industria 4.0, materia de la que es especialista.
Realiza una importante labor pedagógica con los jóvenes, especialmente con las chicas, a los que intenta adoctrinar para despertar el ánimo emprendedor en un mundo en el que hay que competir con ideas y aportación de valor.
He escuchado sus conferencias en dos ocasiones y me he enterado de muy poco. Supongo que les pasó lo mismo a los que escuchaban a Albert Einstein en el primer tercio del siglo XX; lo cual quiere decir que estamos en una nueva época. Se llama Verónica Pascual Boé y de lo que no me cabe duda es de su liderazgo.
¿Conocía el sector de la logística interna y consultoría antes de afrontar el reto de relanzar ASTI, la empresa familiar?
La misión de ASTI ha sido y es ayudar a sus clientes a ser más competitivos a través de la automatización de sus procesos de logística interna. Desde que la compañía fue fundada en 1982 hemos conservado cultura y valores y hemos evolucionado la gama de soluciones que llevamos al mercado, con una fuerte apuesta, desde 2004, por los vehículos sin conductor (AGVs) para la automatización de procesos en entornos industriales manufactureros. La automatización y la logística entre procesos han sido siempre campos muy cercanos a mí durante toda mi vida.
¿Cómo es posible trabajar con las grandes firmas europeas siendo una empresa familiar afincada en Burgos?
Por la filosofía de ASTI. Ofrecemos al cliente soluciones integrales a medida para la automatización de sus procesos de logística interna. Pero, además, le acompañamos en el camino. ASTI mantiene el foco en el servicio al cliente, el desarrollo del talento, la continua inversión en I+D y el respeto por la sociedad y el medio ambiente. Nuestro crecimiento internacional ha estado muy relacionado con el acompañamiento a nuestros clientes: grandes corporaciones multinacionales, multiplanta, multipaís…
¿La internacionalización de ASTI ha sido la única opción de la empresa para salir de la crisis?
Nosotros, afortunadamente, no hemos sufrido las consecuencias de la crisis económica. De hecho, durante esta recesión, hemos ido creciendo y alcanzando nuestras mejores cifras año tras año. Una de las causas es precisamente la diversificación de sectores industriales y mercados geográficos a los que nos dirigimos y la flexibilidad que caracteriza la cultura de nuestra empresa.
En un mundo empresarial cada vez más automatizado, ¿cuál es el futuro del mercado laboral?
La clave del futuro laboral pasa por la transformación del trabajo y la búsqueda de talento. El incremento de las capacidades de la inteligencia artificial y la robótica no deben traducirse en una reducción del empleo. Por el contrario, la transformación digital debe orientarse no sólo a la disminución de coste, sino a la generación de valor, a retar el status quo con nuevos productos, nuevos modelos de negocio, nuevas experiencias de cliente y, por ende, nuevos tipos de empleo. Esta nueva era trae consigo nuevo empleo, lo que significa nuevos perfiles competenciales. De nosotros depende liderar este cambio de manera proactiva y desarrollar el talento que la nueva economía digital requiere.
El desarrollo de la industria 4.0 ¿puede provocar la desaparición de puestos de trabajo tal y cómo ocurrió con la revolución industrial?
Tendemos a pensar que ahora se acaba el mundo y, sin embargo, el ser humano ha demostrado en múltiples ocasiones que es capaz de adaptarse. Para ello, debemos trabajar en un nuevo ecosistema, en el que serán fundamentales los empleos vinculados a la creatividad y al espíritu emprendedor y la búsqueda de entornos colaborativos que mejoren la innovación y el desarrollo del talento.