Puertos. Un año antes de acabar la carrera, tuve mis primeras ofertas de trabajo como becaria, pero, muy a mi pesar, no fui capaz de convencer a ninguna
empresa de que, siendo mujer, me contratara para trabajar en obra, así que pase ese verano trabajando en la empresa de mi padre”.
grupo, tanto en Andalucía como en Castilla La Mancha; era la única mujer en un entorno 100% masculino, algo a lo que me acostumbré fácilmente desde el
principio”.
fuera, y esto me ha permitido descubrir una nueva faceta profesional en la que me siento verdaderamente motivada, dado que puedo sacar provecho de mi
experiencia anterior y aprender cada día un poco más de las buenas prácticas en materia de Gobierno Corporativo”, explica Socorro Fernández Larrea.
construido de más en los años de prosperidad y que ya no queda mucho por hacer. Nada más lejos de la realidad: la inversión de las últimas décadas se ha
hecho, sobre todo, en infraestructuras que “lucen”, es decir, aquellas que el votante ve, pero faltan otras muchas que no siempre son tan visibles y, sin
embargo, son muy necesarias para nuestra competitividad, para asegurar el suministro de energía o agua, para minimizar la contaminación de nuestro entorno.
Esto significa que, en algún momento, los responsables políticos tendrán que afrontarlo y la inversión en infraestructuras volverá a crecer. También hay que
tener en cuenta que no deberíamos perder todo el tejido empresarial y productivo que se había creado; aunque se nos ha demonizado en el pasado como
responsables de mucha parte de la crisis, las constructoras e ingenierías españolas crearon muchos puestos de trabajo y hoy día están en los primeros puestos
a nivel internacional. Si la inversión no vuelve a ser prioritaria para nuestros responsables públicos, la pérdida será irreversible.
buscar nuevos horizontes y nuevas alianzas. Y precisamente en esto es donde Justnow les ayuda. Por eso hay que seguir en este sector.
como directiva: formar parte de un consejo de administración. Mi contribución es bien distinta al rol que había desempeñado antes: ya no eres directivo de la
compañía y tu cometido es supervisar la dirección ejecutiva, establecer y hacer el seguimiento de la estrategia a largo plazo, defender los intereses del
conjunto de los accionistas y grupos de interés de la compañía, ... Asumes la máxima responsabilidad de la empresa sin ser su dueño. Se trata de poner tu
experiencia y conocimiento al servicio tanto de la estrategia de futuro como de una gestión solvente, seria y transparente.