La empresa se fundó con el objetivo de distribuir productos TI en el mercado peruano, donde aún había una escasez de productos informáticos y un desconocimiento general por los usuarios y empresas. “Los ingenieros de sistemas entonces eran considerados gurús por las pocas empresas grandes que veían el potencial del uso de la tecnología. Nuestro objetivo desde el inicio siempre fue suplir tanto al grande como al pequeño ensamblador que ayudaba a difundir el conocimiento y a expandir esta actividad incipiente. Al inicio se distribuyeron los componentes más básicos como discos duros, ‘floppy drives’ y otros periféricos, y poco a poco nuestra fama como un distribuidor confiable fue creciendo, y tuvimos acceso a distribuir y representar algunas de las marcas más conocidas como Epson, Canon, Hewlett-Packard, e Intel. La incorporación de cada una de estas marcas en nuestro portafolio en los años 90 fueron grandes hitos para nuestra empresa. Con ello se logró obtener el respaldo para sobresalir entre la competencia, incluso ante empresas internacionales. Con oficina y almacén propio en Miami, EEUU, sacamos ventaja por nuestra eficiente consolidación logística. Luego, desde el año 2000, la creación de la marca propia Advance para venta en Perú fue un hito que nos brindó la oportunidad de ensamblar y vender computadores nosotros mismos. A la vez aperturamos delegaciones en otras ciudades además de Lima y fuimos creciendo en todo el territorio nacional de Perú. Ya en 2008, cuando Advance ingresó en el mercado de ‘retail’ con la venta de móviles y ‘tablets’, tuvimos la suerte de establecer oficina de compra en Asia, en Hong Kong, y luego establecimos nuestra propia fábrica de ‘tablets’ en Shenzhen, China” nos informa Nestor Andrés Quispez-Asín, presidente de Grupo Deltron.
Su empresa destaca por la gran diversidad de productos y marcas tecnológicas que distribuye a todo tipo de clientes y también por las suyas propias. ¿Cuáles han sido las claves del éxito para compatibilizar tantas marcas juntas al mercado?
Lo más importante en manejar tantas marcas juntas en el mercado, es tener claro cuáles son las necesidades de los usuarios y clientes. Siempre hay espacio para otra marca más, si aporta una opción que agregue valor distinto al cliente. En ese sentido, cada marca debe diferenciarse y debe tener el suficiente respaldo de su casa matriz para brindar el soporte de marketing y postventa requerido, según el caso. Nuestros equipos comerciales y de operaciones están siempre en estrecha coordinación para asegurar que cada marca que ofrezcamos en el mercado tenga el respaldo necesario y realmente agregue el valor que promete la marca.
En cuanto a productos TI, no marcas, ¿cuáles son los más demandados de su oferta?
Nuestro pan de cada día, lo que nos hizo un referente en el mercado TI, siempre ha sido la distribución de componentes de ordenadores: microprocesadores, memorias, placas madre, discos duros. Desde ese núcleo en los años 2000, cuando surgieron los móviles, estuvimos bien posicionados para introducirnos en ese mercado también. A la vez, la línea de impresión se ha convertido en una de las más importantes, sean impresoras de oficina u hogar. En la última década, las tablets y dispositivos Android han venido ocupando un gran espacio.
¿Cómo compara usted sus marcas propias con el trabajo clásico de distribución de marcas de terceros? ¿Cuál es el rol que cumple en el negocio cada segmento?
El trabajo clásico de distribución de marcas de terceros es la base del negocio por la diversidad de soluciones que logramos brindar a nuestros clientes. Dicha distribución permite que nuestros clientes a su vez tengan suficientes opciones para ofertar a sus clientes finales. Sin embargo, desde el punto de vista de un mayorista, la distribución de marcas de terceros no logra cubrir todos los segmentos sobre todos aquellos que requieren soluciones locales y customizadas. Por ejemplo, los ordenadores ensamblados son una muestra de ello. Las marcas internacionales, muchas veces por sus grandes cantidades y por sus procesos preestablecidos, no hacen disponibles la diversidad de configuraciones necesarias. En ese segmento la marca propia es una gran solución para aquellos clientes que no desean ensamblar su propio equipo comprando las partes y piezas, pero que tampoco ven viable la distribución de marcas internacionales.