sociedad de inversión se fundó a comienzos de 2008. Orfeo Capital nació para
gestionar un gran patrimonio financiero resultante de la primera gran venta de
una empresa de la llamada nueva economía, Arsys. Para ello se incorporó Miguel
Ángel Temprano Latorre, actual CEO y director de inversiones y empezó a crear
el equipo que les ha llevado hasta donde hoy se encuentran.
Gestora de Fondos?
que decir que las decisiones de transformarnos no ya en Gestora de Fondos, ni
siquiera en su paso previo, es decir EAFI, no estaban en nuestra hoja de ruta.
Como muchas de las decisiones importantes que se toman en la vida, se han hecho
fundamentalmente por la necesidad más que por el deseo.
nos habíamos planteado abrir nuestras puertas a otros inversores, pero ante la
insistencia de algunos de ellos te planteas, ¿por qué no? Recibíamos constantes
peticiones de otras familias para que gestionásemos sus inversiones, pero
siempre las rechazábamos, al principio porque no queríamos y después porque por
falta de licencia de la CNMV, no podíamos.
final constituimos la EAFI. Y cuando ya estaba operativa descubrimos que esa
licencia no nos permitía comercializar nuestros vehículos de inversión. Así que
no nos quedó más remedio que transformarnos en gestora.
de preservación del patrimonio” de sus clientes. Háblenos de su método de
inversión, clave en su funcionamiento.
estilo está definido por quiénes somos. Antes que gestores somos ahorradores,
es decir, los gestores tenemos invertido casi todo nuestro patrimonio
financiero en los vehículos que gestionamos. Está demostrado que existe una
clara asimetría entre la felicidad que te producen los beneficios y la desazón que
te provocan las perdidas. Así que antes de pensar en ganar hay que pensar en no
perder.
habitual escuchar que las inversiones hay que realizarlas a largo plazo, cinco,
seis o siete años, y probablemente sea verdad. Pero en ningún sitio se dice que
por el camino se puede perder un 40% del capital invertido. Pero esto es lo que
ocurre muchas veces. Los gestores no piensan que el inversor no puede ver sin
un gran sufrimiento, que por el camino su dinero se está evaporando.
soy tan inversor value como el que
más, pero un inversor no debería tolerar perder un 40% del valor de su cartera
sólo porque el gestor cree que el mercado es imperfecto y no está reconociendo
el valor intrínseco de sus posiciones, y que por lo tanto esta se recuperará. Y yo siempre hago la misma pregunta ¿Y si el
mercado no reconoce ese valor intrínseco? O ¿y si tarda mucho y por el camino
necesito recuperar mi dinero? La preservación del patrimonio es nuestro primer
objetivo y para demostrarlo coinvertimos con nuestros inversores grandes sumas
de dinero.
invierten y en qué sectores?
tercer pilar de inversión es la fidelidad al método de inversión, que empieza
por no invertir en lo que no conocemos. Pero quien debe conocerlo somos
nosotros, no el analista de un banco americano, al que se le ha comprado el
análisis, con el que muy probablemente no hemos visto ni hablado en nuestra
vida. Esto, obviamente, disminuye nuestro universo de gestión, pero hace que
nos conozcamos de memoria los fundamentales de cada uno de nuestros valores.
lo que llamamos “la regla de los dos cinco”. Todos los valores potencialmente
invertibles deben tener cinco ventajas competitivas y deben de carecer de cinco
riesgos intrínsecos, en ambos casos previamente definidos.
sobre los valores invertidos, el gestor debe seguir una lista de obligaciones a
la hora de comprar o vender el valor. Lista que denominamos “decálogo del
gestor”.
Universum y Talentia?
tres fondos de diferente perfil de riesgo, pero con la misma estrategia de
inversión y gestión, el retorno absoluto.
en Private Equity y asesoramos en procesos de fusiones y adquisiciones, pero en
ambos casos con particularidades. En el caso de la asesoría, sólo aceptamos
mandatos de venta, nunca de compra. Podemos asesorar al comprador en una
operación de M&A, pero no aceptamos mandatos que conlleven búsqueda de
compañías para ser compradas. Y en lo referente a Private Equity, únicamente
invertimos en compañías no sólo que entendamos su negocio, nos guste su sector
y que veamos valor en ella, sino que su nivel de desarrollo sea el suficiente
como para permitirnos valorarla sin tener que utilizar para ello métodos
esotéricos, porque pierden dinero. A su vez, sólo invertimos en mayorías de
control.