María González Corral es consejera de Movilidad y Transformación Digital de Castilla y León desde el 20 de abril de 2022, tras las últimas elecciones autonómicas que tuvieron lugar en esta Comunidad como consecuencia del adelanto electoral que el presidente Fernández Mañueco llevó a cabo para librarse de los entonces socios de gobierno, los procuradores del partido Ciudadanos.
Su rostro fue una de las novedades del nuevo Gobierno regional, un gobierno de coalición que se constituyó con la presencia de VOX, si bien ella pertenece al grupo de consejeros populares.
Es Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Escuela Politécnica Superior de Burgos, y su formación académica se completa con un Máster en Dirección de Proyectos por la Universidad de Valladolid y un Máster Internacional en Explotación y Seguridad de Presas y Balsas por la Universidad Politécnica de Madrid.
En la empresa privada ha ocupado los puestos de Ingeniero de Organización, participando también en la redacción de proyectos y asistencias técnicas en el estudio de ingeniería Adamas Proyectos. Con anterioridad, como Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos ha trabajado en la redacción de proyectos y direcciones de obra en el estudio de ingeniería Intecnur.
En el ámbito político y previamente a ser consejera, fue directora general de Desarrollo Rural de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León desde julio de 2019 a abril de 2022.
Su Consejería es un nuevo departamento que el Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco ha incorporado al organigrama de la Junta de CyL, tras las últimas elecciones autonómicas. La movilidad y la transformación digital en un territorio de 94.000 kms cuadrados y 2,3 millones de habitantes no es tarea fácil. ¿Cómo lo ve usted?
Desde mi toma de posesión he mantenido que, en una tierra como la nuestra, la conectividad es algo clave. Tanto la conectividad física, la que se lleva a cabo por carretera o línea ferroviaria, como la digital, a través de la red de redes. Las especiales características de Castilla y León requieren de un tratamiento diferenciado en lo relativo a financiación con respecto a otras CCAA, tanto con fondos europeos como por parte del Gobierno de España; por ello es necesario un verdadero compromiso del gobierno para una financiación que tenga en cuenta el sobreesfuerzo económico que supone la prestación de cualquier servicio público en nuestra comunidad.
Tengo la impresión de que en la lucha contra la despoblación que sufre Castilla y León su Consejería puede jugar un papel trascendente. ¿Lo ve usted así?
Para afrontar un reto tan importante como este, es necesario que todas las instituciones y áreas contemplen una hoja de ruta común. Si cada una va por su lado y no repara en lo que hace la de al lado, difícilmente se podrá dar solución. Desde luego que la conectividad de los ciudadanos es un factor clave en esa lucha, porque, al final, si los que residen en el medio rural tienen las mismas oportunidades para desarrollar su proyecto de vida que los que lo hacen en el medio urbano, muchos se plantearán, no sólo quedarse a vivir en su pueblo, sino que otros que viven en las grandes urbes, miren hacia los pueblos, en muchos casos hacia donde se hunden sus raíces, y prefieran vivir más tranquilos fuera de las mismas. Por eso es tan necesario contar con conexiones de transporte entre todos los municipios. La Junta está trabajando en su Mapa de Transportes con una premisa irrenunciable: llegar a todos los municipios de Castilla y León, porque el transporte por carretera es el único capaz de llegar a todos los rincones de nuestra extensa y dispersa Comunidad.
El Corredor Atlántico que promueve la Unión Europea afecta de manera especial a nuestra Comunidad Autónoma ¿Qué opinión le merece lo hasta ahora proyectado y conocido en ese Corredor?
El Corredor Atlántico es un proyecto europeo, que pretende conectar mediante tren los principales centros logísticos y de transporte de todo el viejo continente, para ser mucho más sostenibles, eficientes y, por tanto, más competitivos. Atraviesa Castilla y León desde Miranda de Ebro a Fuentes de Oñoro y, gracias al trabajo conjunto de la Junta, con la Xunta de Galicia y el Principado de Asturias, cuenta con una derivación hacia el noroeste. Este es un proyecto que debe liderar el Gobierno de la Nación y que lleva, como poco, cinco años de retraso en su desarrollo con respecto a su ‘hermano’ Mediterráneo, otro de los Corredores de la Red Transeuropea de Transportes (TEN-T). Desde Castilla y León llevamos reivindicando mucho tiempo que el Gobierno asuma el mismo compromiso inversor que ha tenido con el Mediterráneo y que, además, lo haga contemplando que debe beneficiar a las nueve provincias de la Comunidad Autónoma. Por nuestra parte, estamos trabajando con toda la sociedad de la Comunidad para buscar una postura común que resuma aquellas inversiones que consideramos indispensables y que deben estar recogidas en el Plan Director que, según nos han prometido, será presentado en octubre. Espero que en ese documento se establezcan presupuestos y plazos para cada una de estas actuaciones, porque, por el momento, todo han sido buenas palabras, pero ninguna certeza.