Diego Roves
El mundo empresarial sigue demostrando que, en situaciones en las que puede parecer que el mercado se encuentra saturado, la especialización puede ser una vía de diferenciación y crecimiento. Es el caso del sector de las telecomunicaciones, donde una nueva fuerza ha surgido y no cesa en su crecimiento. Fundada en 2016, Ahimas se diferencia de sus competidores al caracterizarse como un operador dedicado a las poblaciones españolas de menos de 20.000 habitantes. El proyecto nace como una oportunidad de desarrollar y ofrecer productos y servicios que mejoren la calidad de vida y de conexión de este perfil de cliente, aportando un mayor atractivo a la oferta actual que parte de los grandes operadores nacionales. Apostando por tecnologías que les van a permitir llegar a cualquier rincón del ámbito rural, y realizando operaciones de adquisición de operadoras locales conocidas y de confianza por el cliente local, Ahimas aspira a mantener una cercanía diferencial con las personas y a ofrecer mayor agilidad en la atención y el servicio.
Ahimas es un operador de telecomunicaciones. ¿Cuáles son sus clientes tipo y qué productos/servicios más significativos les ofrecen?
Nuestro cliente tipo es básicamente aquel que quiera un servicio de telecomunicaciones de banda ancha y de móvil en poblaciones de menos de 20.000 habitantes. Tenemos productos tanto para clientes de empresa como para residenciales. En todos los casos, a la hora de definir nuestras ofertas tenemos muy en cuenta las necesidades diferenciales que tienen los clientes de los entornos rurales y siempre tratamos de mantener la cercanía como elemento diferencial en nuestra relación con ellos.
Para garantizar la conectividad a sus clientes utilizan varias tecnologías. Háblenos de las cuatro más significativas.
Nuestra ambición es que todo el mundo cuente con acceso a banda ancha, independientemente del tamaño del pueblo en el que resida. Para ello, trabajamos con todas las tecnologías disponibles que ofrecen velocidades razonables y competitivas, como WiMAX, que permite la comunicación inalámbrica a través de ondas electromagnéticas; LTE, también conocido como 4G y que permite en determinadas condiciones soportar velocidades superiores a los 100 Mb; por supuesto la fibra; y satélite para aquellas zonas en las que haga falta. La prioridad es dar servicio de calidad a todas las personas de España.
Una de sus máximas es estar cerca del cliente. ¿Cómo lo están consiguiendo y qué importancia tienen en este aspecto sus franquicias?
Si aspiras a ser un operador en el entorno rural, necesitas cercanía con el cliente. Hasta que no paseas por los pueblos no te das cuenta de cuánto valora eso el cliente y la importancia del boca-oído. Por ejemplo, tenemos mucha más agilidad en los servicios postventa que otros operadores más grandes, lo que nos permite recibir muy buen feedback de esa cercanía. Asimismo, nuestros canales de distribución son gente que en esas provincias llevan toda la vida trabajando en el sector, por lo que son grandes conocedores y grandes conocidos al mismo tiempo.
Se definen como “un operador de operadores”. ¿Qué quieren decir con esto?
Precisamente tiene que ver con ese concepto de cercanía. Estamos buscando mantener el valor que tienen los operadores locales que hemos ido participando en vez de imponer la marca Ahimas como tal, ya que su impacto es importante en las actividades locales y en el reconocimiento popular. Ahimas permanece como ese paraguas que les permite seguir creciendo y mejorando, pero bajo marcas ya conocidas y cercanas para esas poblaciones.