Con más de 40 años de experiencia en la cría de cerdos ibéricos, en la empresa Jamones Juan Pedro Domecq, son ganaderos con una larga tradición. Su jamón se hace a partir de sus propios cerdos con una cuidada selección genética. Disponen de una dehesa propia de encinas y pastos en la provincia de Sevilla lindando con la Sierra de Huelva, donde sus cochinos se crían en libertad casi 24 meses, disfrutando de grandes extensiones de campo.
Háblenos de su formación y trayectoria profesional hasta que toma las riendas de Jamones Juan Pedro Domecq en 2011, siendo usted la quinta generación de una familia de ganaderos.
Estudié Empresariales en ICADE, y desde el inicio, mi trayectoria laboral ha estado muy vinculada a la Consultoría Estratégica, primero en BCG, de donde me fui al Grupo Santander siguiendo un proyecto de consultoría interna, para terminar en Bain & Co después de hacer un MBA en INSEAD. Allí trabajaba en 2011 cuando mi padre murió de manera repentina y mis hermanos y yo decidimos que me incorporara a la empresa familiar.
Y, una vez en la empresa familiar, ¿cómo su trayectoria le ha servido para situar a la compañía como líder en el mercado, siendo únicos en cuanto a la elaboración y calidad de producto?
Creo que la consultoría es una gran escuela para cualquier ámbito del mundo empresarial, ya que se ve la empresa desde ángulos muy distintos, en sectores muy diferentes, pero siempre con profundidad y con una clara vocación de resolución de problemas. Se desarrolla una gran capacidad de análisis, un claro enfoque a resultados y se aprende a ver cada problema como una oportunidad de mejora.
¿Cuáles han sido por tanto esos grandes retos que llevar a cabo durante esta última década?
Me incorporé a la empresa cuando se empezaron a notar en nuestro sector los peores efectos de la crisis financiera, con el consumo nacional de nuestro producto en un bajo histórico y una cuenta de resultados en números rojos. Ese ha sido sin duda el mayor reto al que nos hemos enfrentado, darle la vuelta a la empresa en una situación tan crítica. Le han seguido muchos, los cierres provocados por la pandemia, la escasez y subida de materias primas que llevamos enfrentado desde el año pasado, y ahora la huelga de transporte.
¿Qué hace especial a los jamones Juan Pedro Domecq? ¿Qué les diferencia respecto al resto? Háblenos de sus valores.
Lo primero, nuestra materia prima, cerdos 100% ibéricos de raza mamellada-lampiña, raza elegida por mi padre buscando la calidad y no la rentabilidad. Segundo, que somos ganaderos, es nuestra granja, son nuestros cerdos y eso nos permite un control absoluto de todas las fases de producción, garantizando así la homogeneidad en la calidad del producto. Lo tercero, un proceso de producción en el que no se escatima en lo más caro, el tiempo. Un proceso artesanal, tradicional, transmitido de generación en generación, en el que todo se hace a fuego lento. Y por último, nuestra pasión por lo que hacemos, una pasión que tenemos la suerte de compartir con todos lo que forman la familia Juan Pedro Domecq.
La empresa cuenta con una gama de productos de bellota 100% ibéricos, que va desde el jamón y paleta de bellota, pasando por chorizo, presa, lomo y salchichón. ¿Cómo definiría su gama?
Nuestra gama de productos es ante todo de calidad y lo que es aún más difícil, homogénea en esa calidad; además es amplia, ya que somos productores, y flexible, para nosotros el cliente es lo primero, y en la medida que podemos intentamos siempre adaptarnos a sus necesidades, creando nuevos formatos según sus necesidades, como el corte en plato, que tan buena acogida ha tenido en el sector restauración.
Con el paso de los años, el mercado internacional se ha situado como uno de los grandes ejes de crecimiento de la empresa, habiendo pasado de un 36% de venta fuera de España a cierre de 2010, a un 72% a cierre de 2021. ¿En qué países están actualmente presentes y en cuáles crecen más? ¿Cuáles han sido las claves para llegar a esta diversificación?
Estamos presentes en todos los continentes. Nuestro mercado más importante es, sin duda, el europeo, con Francia e Italia a la cabeza, pero es en Asia donde experimentamos los mayores crecimientos y eso sin contar a China.
Llegar a donde estamos hoy ha sido un camino largo, en el que el equipo ha sido, sin duda, la clave que lo ha hecho posible, siempre bajo una estrategia clara que nos marcaba el camino. Una de las claves, mucha paciencia. Los resultados en el mercado internacional tardan años en verse.