El paraíso existe. Y mucho más cerca de lo que imaginamos. Porque para tener la sensación de estar en él, de entregarnos a sus cristalinas aguas en un entorno de salvaje y serena belleza, no hace falta ir a la otra punta del mundo, a los mitificados Mares del Sur. Mucho más cerca, una isla menuda en tamaño pero grande en sensaciones, aguarda la llegada de quienes desean huir del estrés, las prisas, de la esclavitud del reloj... La menor de las Pitiusas, Formentera, que inspiró a Julio Verne e inmortalizó para el cine otro Julio, Julio Medem, en ‘Lucía y el sexo’, es el lugar ideal para perderse... y reencontrarse con uno mismo.
Mecida en las tranquilas aguas del Mediterráneo, la cuarta isla en extensión del archipiélago balear proporciona un distanciamiento casi Brechtiano de la realidad. Contribuye a ello el hecho de sólo poder acceder a la isla por vía marítima, con los ferrys que parten desde Ibiza o desde la localidad alicantina de Denia, de abril a octubre.
Con una superficie de 83,2 km2, sus 69 kms de litoral son muy diversos y alternan playas de arena blanca con otras rocosas y acantilados. En el peculiar contorno de Formentera se establecen tres grandes extensiones de playas: en la cara nordeste las costas de Llevant y Tramuntana, en la parte opuesta, la costa nordoeste con las playas más famosas de la isla, Illetes y Cavall d'en Borràs, al sur la costa de Migjorn.
La península de Es Trucadors, al norte de la isla, es una larga lengua de arena que se estrecha de sur a norte. En ella se conforman las playas de Llevant, Ses Illetes y Es Cavall d’en Borràs que ocupan la cara oeste. En la continuación natural de Es Trucadors, encontramos S’Espalmador.
En la costa oeste de la isla predominan los acantilados, entre los que aparece una pequeña bahía natural de gran belleza paisajística y transparentes aguas. Es la playa de Cala Saona, muy apreciada por las familias, ya que sus aguas claras son poco profundas. Además, está enmarcada por pequeños acantilados y gran número de varaderos en buen estado.
El otro gran arenal de la isla es la playa de Migjorn. Su extensión de 5 km abarca todo el sur de la isla desde la zona de Es Mal Pas hasta la zona de Es Copinar. La playa de Migjorn tiene sectores diferenciados, donde varía el tipo de arena y agua.
La costa de Tramuntana ocupa la parte norte central de la isla y es un tipo de costa rocosa baja. Es uno de los lugares más tranquilos, aún en temporada alta. La única población costera de esta área, Es Caló de Sant Agustí, es muy estimada por su puerto de pescadores y sus cualificados establecimientos gastronómicos.
La nitidez y claridad de las aguas de Formentera es lo que hace de sus playas espacios singulares y de extraordinaria belleza. Las tonalidades turquesas, de un azul inconfundible, enmudecen a quien pisa la fina arena blanca de la costa. Son playas protegidas y poco alteradas por el hombre que deben su transparencia a la presencia de una planta marina, la Posidonia Oceánica.
La Posidonia Oceánica es una especie endémica del Mediterráneo y, desde 1999, es Patrimonio de la Humanidad. Esta planta representa uno de los valores naturales más importantes de la isla, pues ejerce una importante función en la filtración de los sedimentos y contribuye a mantener la calidad, oxigenación y belleza del ecosistema submarino.
Esta planta marina, que no es un alga, forma praderas entre la superficie y los 40 metros de profundidad en aguas de gran calidad como las de Formentera. La pradera de posidonia se ve amenazada por varios factores, especialmente por el fondeo de muchísimas embarcaciones cuyas anclas y cadenas arrasan el fondo marino. Por ello, en Formentera el fondeo está regulado mediante boyas ecológicas.
La isla tiene unas características inmejorables para practicar submarinismo. La habitual tranquilidad y nitidez de las aguas, gracias a la pradera de Posidonia Oceánica, permiten una excelente visibilidad de su bellísimo y variado paisaje submarino. Hay tres escuelas de submarinismo en la isla donde realizar desde los cursos más básicos a los más especializados.
Los amantes de los paseos, runners y bikers encontrarán en la isla 32 rutas verdes señalizadas, caminos entrelazados que suman más de 100 kilómetros, la mayoría de ellos accesibles en bicicleta. Además, fuera de temporada alta se celebran eventos deportivos de primer nivel, como la Media Maratón Illa de Formentera en mayo, el Triatlón Olímpico o la vuelta cicloturística en bici de montaña en octubre.