Presidente de CEOE
Este 2022 será, de nuevo, un año marcado por la incertidumbre. Dos años después del inicio de la pandemia, confiábamos en recuperar la normalidad perdida, consolidar la recuperación económica y volver a alcanzar velocidad de crucero en crecimiento, en actividad empresarial y en empleo.
Sin embargo, el inicio de la guerra de Rusia sobre Ucrania y las sanciones impuestas al régimen de Putin para tratar de frenar un conflicto, que ya es un auténtico drama desde el punto de vista humano, han vuelto a ensombrecer el horizonte para la economía a nivel mundial y, sobre todo, para los países que formamos parte de Europa.
La guerra ha agravado los problemas derivados de la situación provocada por el COVID-19 que todavía no habíamos sido capaces de resolver (cuellos de botella en las cadenas globales de suministros, elevadas tasas de inflación, desaceleración de la recuperación económica) y está generando tensiones añadidas, con una escalada en los precios de los productos energéticos o de determinadas materias primas y alimentos y un contexto de alta volatilidad.
En el caso de España, el principal impacto del conflicto se está viendo en el encarecimiento de la energía, en unos mayores costes de producción para las empresas y, sobre todo, en una inflación que alcanza cifras que no recordábamos desde hace décadas.
Estamos, pues, en un momento complicado para todos y en el que muchas empresas, especialmente medianas y pequeñas, lo están pasando mal. Pero la incertidumbre no puede ser una excusa para no actuar. Existe el riesgo de dejarse arrastrar por la situación que vivimos e instalarse en la inercia, con un cierto fatalismo. Y, sin embargo, es en momentos como estos cuando se hace más necesario actuar, tomar medidas para reconducir la situación económica y establecer unas bases sólidas que nos permitan a las empresas desarrollar nuestra actividad y hacer lo que mejor sabemos: emprender, contribuir al crecimiento económico y al bienestar social, crear empleo.
No quiero terminar esta tribuna sin felicitar a “SECTOR EJECUTIVO” por su 25 aniversario. Un cuarto de siglo en el que el sector de los medios de comunicación, como la propia sociedad española, se ha transformado y renovado. Pero donde se mantiene lo fundamental: el papel de los medios de comunicación y del periodismo en democracia para consolidar una sociedad más plural, abierta y responsable, con ciudadanos informados y más libres. Por todo ello, mis mejores deseos de futuro para “SECTOR EJECUTIVO”.