Fue en el año 1994 cuando salió al mercado el primer vino con
la etiqueta Hacienda Monasterio. Desde entonces esta firma
de Ribera del Duero se ha consolidado como una de las grandes
de esa denominación de origen. Inicialmente fue una empresa
danesa quien compró casi 100 hectáreas en ladera, junto
al pueblo de Pesquera de Duero, puso en marcha una bodega
y se trajo a un enólogo danés formado en Burdeos, Peter
Sysseck.
Sorprendentemente la empresa danesa se disolvió y la bodega
la compró Carlos del Río, jerezano, de la familia de los González
Byass. Se propuso al enólogo danés que se quedara, y
aceptó. Han pasado 30 años y ambos han formado un equipo
formidable. Sysseck se ha convertido en uno de los técnicos
más reconocidos de toda España y con proyección internacional; y Hacienda Monasterio tiene que vender por cupo, porque
su vino se lo quitan de las manos