Nextep es una empresa del sector “fintech”, pero no es un “roboadvisor”. Se trata de profesionales que se apoyan en la tecnología más avanzada para dar el mejor servicio al menor coste. Actualmente tiene más de 2.000 clientes y un patrimonio asesorado de más de 650M€.
Háblenos de su trayectoria profesional hasta fundar Nextep Finance.
Empecé mi carrera profesional con Francisco González, que me contrató para su recientemente creada sociedad de valores, nada más acabar la carrera. Trabajé primero como broker y luego me encargó la creación del departamento de gestión de patrimonios.
En 1995, me di cuenta de que los fondos de inversión iban a ser el nuevo activo financiero, que se sumaría a las acciones y a los bonos y que, por lo tanto, se generaría toda una industria de análisis, asesoramiento e intermediación centrada en los fondos de inversión, como ha ocurrido.
Como no tenía dinero para montar un negocio de intermediación, es decir una sociedad o agencia de valores, y además me parecía que el análisis y el asesoramiento ofrecían mucho más valor al inversor, monté una empresa de análisis y asesoramiento en fondos de inversión. Se llamó Profim, Análisis y Selección de Fondos y fue la primera de España en realizar esta actividad. Y también la primera empresa española de asesoramiento financiero independiente, puesto que no teníamos producto propio, sino que analizábamos todos los del mercado y recomendábamos a nuestros clientes los que pensábamos que lo podrían hacer mejor.
¿Qué motivó la creación de Nextep Finance y cuál es la filosofía que guía su enfoque respecto al asesoramiento financiero?
Nextep es la versión digital y mejorada de Profim. La idea fundamental es que un buen asesor tiene que ser alguien en el que se pueda confiar. Si los ingresos del asesor dependen de las comisiones que le pagan los “fabricantes” de productos financieros es difícil que sea objetivo y piense sólo en el cliente.
Antes el asesoramiento financiero independiente era algo exclusivo de las grandes fortunas, Nextep lo está haciendo accesible a todo tipo de patrimonios. Estamos democratizando el asesoramiento financiero de calidad, y para ello tiene que ser objetivo, experto y especializado.
Cada año se producen ejemplos de cómo se recomiendan fondos por su comisión en lugar de por su rentabilidad potencial. En 2022 era fácil ver que los fondos de renta fija lo harían francamente mal, como consecuencia de la subida de la inflación, pero la mayoría de los asesores y gestores los mantuvieron en sus recomendaciones y carteras gestionadas porque el fondo monetario era la solución ideal, ya que se beneficia de la subida de tipos, pero no deja comisión o es muy pequeña.
¿Cuáles son los principales pilares del plan estratégico de Nextep Finance a corto, medio y largo plazo?
El pilar fundamental es que en España el 95% de los inversores -el 100% en el caso de los inversores pequeños y medianos- carece de un asesoramiento objetivo en el que poder confiar, porque el 95% carece de asesoramiento independiente.
Y esto incluye también a la mayoría de los clientes de banca privada, porque la mayoría de los banqueros privados españoles no han seguido el camino de sus colegas anglosajones o suizos y siguen viviendo de las comisiones que les pagan las gestoras y las entidades financieras.
El margen de crecimiento es muy fuerte como se ha visto en otros países, porque contrariamente a lo que dicen los asesores no independientes, el asesoramiento independiente además de mejor es más barato, puesto que el asesor independiente puede buscar los fondos más baratos y ahorrar así mucho dinero en comisiones al cliente.
Desde su perspectiva, ¿cuáles son los mayores retos que enfrenta la economía española en la actualidad y cómo pueden abordarse?
La economía española aumenta cada día el traje de cemento que suponen las regulaciones y la burocracia que impiden el desarrollo del espíritu empresarial y la innovación.
Como cada vez se crea más empleo público, para que se mantenga el empleo a todos esos nuevos empleados públicos y funcionarios hay que darles una tarea, lo que genera más burocracia y más regulaciones.
Y encima no ayuda a que vengan las empresas a instalarse en España, porque lo que más teme una empresa es la asfixia burocrática.
Es muy triste ver cómo, teniendo unas grandes infraestructuras tanto físicas como de telecomunicaciones y un clima imbatible, nos está ganando la partida Irlanda, porque ha creado un entorno mucho más atractivo.
Además, cada vez se ataca más al empresario y la actividad empresarial en lugar de fomentarla, y los jóvenes le tienen pánico a ser innovadores y prefieren ser funcionarios. Cada vez tenemos más ministerio y menos Silicon Valley.