En Bodegas Familiares Matarromera parece llegar el relevo generacional. A finales de septiembre la firma hacía pública la noticia de que Paloma Moro Dirksen se hacía cargo de la presidencia de la Bodega Emina, perteneciente al grupo empresarial que lidera su padre, Carlos Moro.
Licenciada en Administración y Dirección de Empresas, Paloma Moro ha estudiado y trabajado tanto en España, como en Francia, Inglaterra y Dinamarca; y ha ocupado puestos de dirección en multinacionales danesas durante varios años.
Su trayectoria profesional evidencia una destacada actividad emprendedora por cuanto ha fundado varias empresas, entre ellas ALERIN børnetøj que produce ropa sostenible para niños, o Piñasolar, que produce energía solar.
Atesora en su currículo un trabajo pedagógico y didáctico importante dando clases de liderazgo y emprendimiento en la Universidad de Copenhague.
A pesar de haber desarrollado buena parte de su vida profesional fuera de España, siempre ha estado muy ligada a las empresas familiares, que han sido una constante desde que era niña y donde ha realizado funciones de administración, de promoción y venta, de control de las vendimias, etc. Últimamente desarrolla su función desde el Consejo de Administración.
Asumir la presidencia de Bodegas Emina es todo un reto para ella, por cuanto se hace cargo de una de las compañías más importantes del panorama vitivinícola español.
Señora Moro, usted acaba de asumir la presidencia de Bodegas Emina. Sustituye a su padre en la dirección de esta empresa. ¿Cómo afronta este reto?
Asumir el legado de mi padre es un gran reto y una gran responsabilidad. Por un lado, supone continuar con el trabajo y el esfuerzo que ha realizado él, que ha dedicado toda su vida a la empresa, y, por otro, supone liderar la empresa en un mundo cambiante y competitivo, lo cual es muy motivador e ilusionante.
Soy consciente de que este es un reto muy importante, pero estoy preparada para afrontarlo. Contamos con el apoyo de un equipo de profesionales muy cualificados y estoy segura de que juntos podremos seguir haciendo crecer a Emina.
Su padre, Carlos Moro, es todo un referente en el panorama vitivinícola español. Tiene ante sí un desafío de primera magnitud. ¿Lo cree así?
Mi padre es una figura importantísima en el sector del vino. He tenido la suerte de aprender de él y continúo haciéndolo cada día. Es el mejor maestro que podría tener. Siempre he visto a mi padre y a mi abuelo dedicar muchísimo tiempo a la viña, y cuando mi padre fundó Bodega Emina incluso hice el diseño de sus primeras etiquetas, así que he sido testigo, además, de su nacimiento, de su evolución.
Liderar el proyecto de Emina es un gran desafío, pero la calidad de los vinos nos respalda en ese camino.
Su formación académica y su trabajo profesional le han llevado a estar fuera de España mucho tiempo. ¿Cómo ve la situación económica de nuestro país en la actualidad?
Aunque la situación actual es difícil, soy optimista respecto al futuro. En exportación la situación es difícil, hay mucho excedente de vino de países como Chile o Australia, que está cambiando el mercado. Por suerte nuestros vinos son de gran calidad y defendemos la excelencia, el buen hacer y la marca España allí donde vamos.
El mercado nacional no es menos complicado, pero aquí nuestros clientes conocen la marca Emina y confían en la calidad de nuestros vinos año tras año.
¿Considera que su experiencia internacional va a servir para consolidar la firma fuera de nuestras fronteras?
Esa es mi intención. La internacionalización es un desafío emocionante y complejo que requiere de una planificación cuidadosa y una buena estrategia que te diferencie de otros competidores. Emina se basa en la tradición y la innovación, y ofrece una gama de vinos de alta calidad que cuenta con una larga trayectoria en el mercado internacional, y exportamos sus vinos a más de 80 países.
Continuaremos poniendo el foco en la producción de vinos de alta calidad, innovando y desarrollando nuevos productos y formatos para adaptarnos a las necesidades de los consumidores internacionales e invirtiendo en la promoción de nuestros vinos en los mercados extranjeros.
¿Vender el vino español es más fácil dentro o fuera de España?
Partiendo de la base de que vender vino no es fácil, porque hay mucha oferta, es más fácil venderlo dentro de España. El consumidor español conoce bien los vinos españoles, el vino es algo muy nuestro, muy arraigado en nuestra cultura, y, por supuesto, la distribución de vino dentro de España es más fácil que fuera. Para exportar hay que tener en cuenta multitud de factores, como son la competencia con otros países productores como Francia, Italia, Argentina y Estados Unidos, los costes de aranceles, etc.