Manuel de los Santos
DT Global es uno de los cinco principales contratistas de cooperación internacional al desarrollo en el mundo. Se definen como organización con la aspiración de influir positivamente en 500 millones de vidas para 2045.
¿Puede explicarnos cuál es su tipo de actividad, su modelo de negocio como consultora?
Nuestra empresa se engloba en un nicho de mercado muy especial, el de la consultoría y asistencia técnica a gobiernos e instituciones en países en vías de desarrollo, contratados por los organismos internacionales trabajando en temas tan variados como pueden ser las políticas de medioambiente, la liberalización del mercado energético; reformas fiscales y macroeconómicas de los países; desarrollo rural y seguridad alimentaria; estabilización de territorios tras conflictos, etc.
Somos, por simplificar, el asesor que les ayuda en su trabajo para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, atraer inversiones o desarrollar las infraestructuras de sus países.
Un tipo de negocio poco conocido quizás. ¿Cuáles son sus interlocutores habituales teniendo en cuenta que gestionan en este momento 300 proyectos en más de 90 países?
Es verdad que es un mundo muy desconocido en España, aunque no reciente, puesto que llevamos trabajando más de 60 años en este mercado. Tradicionalmente han sido los países anglosajones los que lideraban este mercado, pero cada vez más hay empresas españolas aportando calidad y excelencia fuera de nuestro territorio.
Nuestros interlocutores suelen ser gobiernos centrales o regionales, ministerios de economía o finanzas de países en Asia, África, América Latina o el norte de Europa. Estamos en todos los rincones del planeta.
¿Y en Europa, concretamente, con qué organismos internacionales trabajan más habitualmente?
En Europa trabajamos especialmente con la Unión Europea y con el Banco Europeo de inversiones (BEI), aunque también lo hacemos con las agencias de cooperación europeas (la alemana GIZ, la agencia francesa de cooperación, la belga, la sueca, etc.) Esperamos que, con la reforma de la Ley de cooperación en España, haya más posibilidades para las empresas de nuestro sector para trabajar con la cooperación española.
¿Es un tipo de actividad y un sector en crecimiento?
Este tipo de negocio es cada vez más demandado puesto que el mundo es cada vez más global y se necesitan perfiles muy variados y experimentados en ciertos países. Operar en mercados en países de vías en desarrollo, requiere no sólo de la especialización técnica que el mercado necesita (legal, fiscal, ingeniería, etc.) sino la experiencia y la capacidad para movilizar recursos y personal a cualquier parte del planeta bajo condiciones de seguridad y efectividad.
¿Qué proyectos concretos abordan en este momento?
Actualmente, nos enfrentamos a retos más globales como pueden ser, luchar contra las fake news en Ucrania, por ejemplo, y el impacto que tienen en Europa con un programa para informadores en Ucrania, Moldavia, Armenia y Bielorrusia; gestionar los fondos de los acuerdos de paz en Colombia con la pacificación de territorios o la restitución de tierras, o diseñar la política de energías renovables de Zambia atrayendo inversión privada al país. Son temas cada vez más globales y de mayor repercusión en otros ámbitos.
En Filipinas trabajamos en la región de Bangsamoro, donde ha habido mucha violencia para contribuir a que la transición se lleve a cabo sin problemas y en el momento oportuno con las instituciones y la sociedad civil para promover un entorno propicio para la buena gobernanza.
En Azerbayan, estamos en el desarrollo del puerto de Baku; en Angola, con las empresas públicas del sector de abastecimiento de aguas; y en Honduras, elaboramos el censo electoral nacional, lo que va a restablecer la confianza de la población en las instituciones y en lo procesos democráticos después de haberse detectado algunas irregularidades en el pasado.
En Suráfrica, comenzamos ahora un proyecto para desarrollar y mejorar la gestión financiera de las finanzas públicas provinciales y locales. En resumen, todos son proyectos orientados a infraestructuras, energía, medio ambiente, agricultura, gobernanza, derechos humanos…
También son proyectos que estarán sujetos a muchos imprevistos que pueden ocurrir en estos países, desde tragedias naturales hasta sucesos de tipo político. ¿Cómo se consigue esa flexibilidad, una rapidez de respuesta para gestionar de forma eficaz?
El mundo cambia a diario y las amenazas ya sean naturales o políticas, son una realidad a la que nos enfrentamos continuamente. Contamos con equipos especializados en estos ámbitos: un equipo de seguridad muy potente que permite que nuestro personal pueda viajar tranquilo y esté preparado para cualquier situación que pueda surgir junto con equipos de legal o finanzas que permiten estar tranquilos también a nivel político.
Nuestra experiencia de trabajo en países en conflicto o post conflicto (Yemen, Afganistán, etc.) nos permite estar preparados para casi cualquier cosa.