El legado recibido de su padre y de su abuelo son las bases del profundo conocimiento y respeto por el entorno que refleja la pasión de José Moro en todos los vinos de Bodegas Cepa 21. Con presencia en más de 45 países es ya una bodega consolidada en Europa y en el continente americano y en plena expansión en Asia.
Su historia familiar en el mundo del vino se remonta a varias generaciones. ¿Cómo influyeron las experiencias de sus antepasados en su pasión por la viticultura y en la fundación de Bodegas Cepa 21?
Desde muy pequeño crecí inmerso en el mundo del vino, aprendiendo de mi padre y abuelo y desarrollando un profundo respeto por la tierra y el trabajo en el viñedo. Siempre acompañaba a mi padre en las labores del campo, y de él aprendí a entender al viñedo, conocerle y saber interpretarle en cada momento de su ciclo. Me enseñaron el valor del esfuerzo y del compromiso, y a ir siempre con la cabeza bien alta por el trabajo bien hecho. Diría que, gracias a mi abuelo y mi padre, hoy soy quien soy. Gracias a ellos me dedico a este gran sector y tengo el placer de dirigir una de las bodegas con mayor potencial de nuestro país.
El pasado año celebraron el XXI Aniversario de la bodega y presentaron una nueva imagen de sus etiquetas. ¿Qué significa esto para José Moro y qué supone el cambio para Bodegas Cepa 21?
Este cambio ha supuesto el inicio de una nueva etapa, un gran paso para Cepa 21. Para mí, significa poner a Cepa 21 en el lugar que se merece, brillando más que nunca y reivindicando su excelente calidad. El XXI Aniversario fue el comienzo de una nueva era y las nuevas etiquetas una declaración de intenciones de nuestra visión única e innovadora siempre con los pies en nuestra tierra. Al hilo de la anterior pregunta, en cada nueva etiqueta hemos querido plasmar esos recuerdos que comparto en el campo de mi padre y mi abuelo en los que los elementos tradicionales de la viticultura siempre han estado presentes. Para mí, tiene un valor incalculable compartir mi historia con todos los consumidores de Cepa 21. En cada una de ellas está representado un recuerdo, una emoción. Para Hito e Hito Rosado, hemos querido representar esos grandes postes de piedra que antiguamente delimitaban las parcelas. Estos hitos han marcado gran parte de mi infancia y por eso son los protagonistas de nuestros vinos más jóvenes. Para Cepa 21 escogimos que la cepa fuera el eje central, aquí también quisimos representar el recuerdo de cómo juntos íbamos a trabajar la viña. Malabrigo es, sin duda, una de las etiquetas más especiales para mí. Con ella me transporto a esos ratos después de una larga jornada de campo donde mi padre y yo disfrutábamos de un descanso juntos. Por último, para Horcajo, hemos querido que estuviera presente mi abuelo, una figura de pasión y sacrificio. Él trabajaba la tierra costara lo que costara y fue siempre un referente por su esfuerzo y dedicación. Con motivo de nuestro XXI aniversario, hemos apostado por esta nueva identidad de marca, adaptándonos a los desafíos del mercado y que, estamos seguros, nos traerá grandes éxitos para la compañía.
La calidad y la personalidad son aspectos fundamentales de los vinos de Cepa 21. ¿Cómo ha aplicado su amor por la tierra y sus raíces en el desarrollo de la bodega y en la elaboración de sus vinos?
Cepa 21 siempre ha buscado la diferenciación, desde sus inicios apostamos por este factor. Creo firmemente en que el vino comienza a hacerse desde el viñedo, es por eso por lo que cuidamos cada mínimo detalle desde el comienzo del ciclo de la vid, hasta que un vino sale por la puerta de bodega listo para ser vendido. Desde un principio apostamos por una orientación norte, favoreciendo así a la frescura de nuestros vinos. También, otro de nuestros aspectos diferenciales es que utilizamos la variedad Tempranillo, algo que también heredé de mi padre, el amor por esta variedad reina en nuestra zona, la Ribera del Duero. Apostamos por un clon diferencial procedente de los viñedos más antiguos de mi padre, el Tinto Fino, que se adapta a la perfección a las condiciones climatológicas de nuestra zona y nos dota a nuestros vinos de una base frutal indiscutible. Esta unión de frescura y expresividad dan lugar a unos vinos elegantes y sutiles. Mi pasión por esta tierra y el amor que siento hacia mis raíces han sido determinantes en el desarrollo de este gran proyecto. Buscamos respetar y honrar la tierra que nos sustenta.
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