El director médico de Moderna en España, José María Guillén, hace un repaso de la actualidad de la compañía, desde la inauguración del primer Centro Internacional de Excelencia Analítica en Madrid hasta los proyectos revolucionarios en enfermedades respiratorias, cáncer y enfermedades raras. José María Guillén comparte “insights” sobre el compromiso de Moderna con la ciencia, su apuesta firme por España, y cómo la tecnología del ARN mensajero está transformando la medicina mundial.
Moderna, desde que la conocemos, siempre ha estado vinculada a la COVID-19. ¿Cómo influye la situación actual de la enfermedad en la estrategia de Moderna y en la distribución de las vacunas?
Es cierto que nuestra entrada en el mercado español se produjo en un momento crítico de la pandemia de COVID-19 y ésta ha sido un motor fundamental para nuestra investigación y desarrollo, y reconocemos la responsabilidad que lleva consigo, por ello, hemos estado comprometidos desde el principio en colaborar estrechamente con las autoridades sanitarias y la comunidad médica en España para ofrecer soluciones efectivas y seguras.
En cuanto a la situación actual de la enfermedad, estamos plenamente comprometidos en fortalecer nuestra colaboración con la Unión Europea para garantizar un acceso equitativo y amplio de vacunas para garantizar que el número de dosis disponibles para inmunizar a la población sea suficiente. Lo fundamental para nosotros, para nuestra compañía, es que las personas tengan al menos dos alternativas de ARNm, ya que tener un único proveedor es siempre un riesgo. La pandemia nos ha enseñado lo vulnerables que somos y que las adversidades suceden y tenemos que estar prevenidos.
Para Moderna, el compromiso no cambia. Trabajamos incansablemente para continuar desarrollando vacunas y soluciones eficaces y seguras.
En el ámbito de las enfermedades respiratorias, las vacunas contra el Virus Respiratorio Sincitial (VRS) y la gripe han alcanzado etapas avanzadas de desarrollo. En relación con la vacuna contra el VRS, se ha gestionado la autorización correspondiente ante los principales organismos reguladores. En cuanto a la vacuna antigripal, se ha completado exitosamente un ensayo de fase III. ¿Podría proporcionar una estimación sobre la posible disponibilidad en el mercado de ambas vacunas?
En lo que respecta a la vacuna contra el VRS, hemos presentado solicitudes de aprobación regulatoria a nivel mundial para su uso en adultos mayores de 60 años, demostrando una eficacia del 83,7% en la prevención de enfermedad del tracto respiratorio inferior con al menos dos signos o síntomas, asociada al VRS, durante nuestro ensayo de fase 3. Además, estamos avanzando en un ensayo de fase 1 que incluye participantes pediátricos, buscando extender los beneficios de nuestra vacuna a esta población.
Nuestra plataforma de ARNm ha sido clave a la hora de acelerar el desarrollo de la vacuna contra el VRS, permitiéndonos pasar de las pruebas clínicas iniciales a la presentación reglamentaria en tan solo dos años. Una vez más, esto demuestra nuestro compromiso con los pacientes en la búsqueda de soluciones innovadoras para las enfermedades respiratorias de una forma rápida con el mayor rigor clínico.
En cuanto a nuestro candidato a la gripe, me complace informar que ha demostrado una elevada inmunogenicidad con un perfil aceptable de seguridad y tolerabilidad en todos los ensayos clínicos, incluyendo los ensayos de fase 3 en curso. Estos resultados representan un avance importante en el desarrollo de vacunas antigripales basadas en ARNm, ofreciendo una prometedora respuesta para hacer frente a la carga de morbimortalidad asociada con la gripe.
Por lo tanto, de aquí a dos años, tenemos previsto lanzar una vacuna frente al virus respiratorio sincitial, una vacuna actualizada frente a la COVID-19, una vacuna frente a la gripe y una vacuna combinada frente a gripe y COVID-19. A continuación está previsto también disponer de una vacuna combinada frente a COVID-19, VRS y gripe. Son cuatro vacunas que queremos tener para 2025 en el mercado, con el objetivo de simplificar la vacunación y mejorar las tasas, sobre todo en adultos, al ser sólo una única inoculación.
Otra de sus principales áreas es la oncología. ¿Qué va a suponer la tecnología de ARN mensajero para el abordaje del cáncer?
Creemos firmemente que la personalización en el tratamiento del cáncer representa el futuro de la medicina, y la tecnología de ARN mensajero puede desempeñar un papel fundamental en este enfoque.
Nuestra capacidad de utilizar la secuenciación de nueva generación nos ha permitido identificar las mutaciones específicas presentes en las células cancerosas de cada paciente. Aprovechando algoritmos desarrollados internamente por nuestro equipo de bioinformática, podemos crear tratamientos personalizados que codifican estas mutaciones y las integran en una única molécula de ARN mensajero. Este enfoque innovador se traduce en el desarrollo de soluciones terapéuticas adaptadas a las características únicas de cada paciente.