“Uno de los factores diferenciales de nuestro centro es la estructura que hemos desarrollado para poder alcanzar nuestros objetivos. Contamos con más de 12.000 m2 de instalaciones que incluyen laboratorios de vanguardia, equipos de última generación y plantas piloto. Esto nos permite llevar a cabo investigaciones de alta calidad y desarrollar procesos más eficientes y respetuosos con el medioambiente”.
“Nuestra iniciativa se fundamenta en un compromiso firme para conseguir la disminución de las emisiones de CO2 originadas por las actividades de Cepsa”, comenta la directora del Centro de Investigación de Cepsa.
¿Cuáles son las áreas prioritarias del nuevo Centro de Investigación?
La clave para alcanzar nuestros ambiciosos objetivos en la transición energética es la innovación. Hace cinco años, el 90% de nuestras investigaciones se centraban en proyectos vinculados con combustibles fósiles tradicionales. Sin embargo, en la actualidad, la gran mayoría de nuestras investigaciones están contribuyendo a que Cepsa sea una de las compañías clave de la transición energética y referente en movilidad sostenible, hidrógeno verde y biocombustibles en España y Portugal.
En consecuencia, hemos reestructurado el Centro de Investigación en cuatro áreas, que no sólo se dedicarán a la valorización de residuos para producir combustibles avanzados y productos más sostenibles, sino que también se enfocarán en identificar las necesidades y tendencias del sector energético para mejorar la eficiencia y reducir la huella de carbono de nuestras actividades. Estamos asignando más recursos y equipos para alcanzar esos grandes retos, y para ello, se están potenciando los departamentos de Transición Energética y Excelencia Operativa.
Por otro lado, es importante destacar que en julio del año pasado incorporamos a Avelino Corma como asesor científico. El Profesor Corma cuenta con un gran prestigio a nivel nacional e internacional, fue Premio Príncipe de Asturias en 2014. Ha recibido múltiples reconocimientos de la comunidad científica internacional, entre ellos y recientemente ha sido distinguido con la Medalla de Oro de la Sociedad Europea de Química por su excepcional trayectoria profesional y ha sido reconocido como Doctor honoris causa por la Universidad de Huelva.
Háblenos de su equipo.
Contamos con un equipo altamente cualificado y entusiasta de más de 100 profesionales en I+D que trabaja día a día en la creación e implementación de soluciones innovadoras destinadas a la descarbonización del sector energético. Estamos firmemente comprometidos con la búsqueda de alternativas y tecnologías que reduzcan de manera significativa la huella de carbono de nuestras operaciones y contribuyan a un futuro más sostenible.
¿Quiénes son sus responsables principales?
Tenemos un equipo humano altamente especializado que impulsa nuestras iniciativas de investigación y desarrollo. Rafael Larraz, quien cuenta con una dilatada trayectoria profesional en proyectos de investigación de gran envergadura, encabeza la dirección de I+D, aportando sus conocimientos en este campo.
Carlos Ayuso, es nuestro director de Desarrollo de Tecnología y Ventures tecnológicas, quien, junto a su equipo, ponen o quitan viabilidad tecno económica a las investigaciones del Centro.
En mi caso, como directora del Centro de Investigación, cuento con un equipo multidisciplinar enfocado en la innovación y la economía circular. El equipo del Centro de Investigación, lo conforman líderes especializados en áreas específicas, como Rosario Rodríguez, Mariam Romero, Begoña Lamothe, Trinidad Espinosa o Carlos Prieto. Todos ellos lideran equipos de profesionales que aportan su experiencia en transición energética, química fundamental, análisis avanzados, operaciones y excelencia operacional, para impulsar nuestros proyectos y contribuir al profundo proceso de transformación de nuestra compañía hacia la sostenibilidad.
¿Cuáles son los principales proyectos en el ámbito de los biocombustibles?
En 2007, dimos un paso importante al realizar una prueba en Tenerife para convertir aceite usado de cocina en biocombustibles, siendo pioneros en este campo. Desde entonces hasta hoy, hemos invertido en proyectos de investigación de biocombustibles. Gracias a estos esfuerzos, en Cepsa hemos adquirido el conocimiento necesario para producirlo en la actualidad, con la ambición de liderar la producción de biocombustibles en 2030 con una producción anual de 2,5 millones de toneladas. Nuestras investigaciones nos permiten anticipar cómo será el futuro, que estará marcado por una mayor sostenibilidad, autonomía y uso eficiente de los recursos.
Para ello, a través del Centro de Investigación, analizaremos si la biomasa residual generada por diferentes industrias, como la maderera, olivarera, vitivinícola o ganadera, puede transformarse en materia prima para producir biocombustibles de segunda generación (2G) en nuestros centros industriales.