Juan Miguel C. García

El Gobierno canadiense ha decidido imponer un arancel del 100% a los vehículos eléctricos fabricados en China, una medida que entrará en vigor a partir del 1 de octubre de 2024. Esta decisión forma parte de un conjunto de políticas más amplias destinadas a proteger la industria automotriz nacional frente a lo que el Gobierno considera una competencia desleal por parte de los fabricantes chinos. Adicionalmente, se implementarán aranceles del 25% sobre las importaciones de acero y aluminio procedentes de China, que comenzarán a aplicarse el 15 de octubre de 2024. Estas medidas se alinean con acciones similares tomadas por EE.UU. y la Unión Europea, que buscan reducir la influencia del gigante asiático en el mercado global.

El primer ministro Justin Trudeau y su equipo han defendido estas medidas como esenciales para proteger los más de 125,000 empleos que dependen de la industria automotriz en Canadá, muchos de los cuales están sindicados. El gobierno argumenta que la industria automotriz canadiense, que es altamente integrada con la estadounidense, enfrenta una competencia desleal de parte de los productores chinos. Esta competencia es impulsada por políticas gubernamentales chinas que, según Canadá, no respetan las normas laborales ni ambientales internacionales, creando una ventaja injusta.

El Gobierno canadiense subraya que su cadena de suministro de vehículos eléctricos es una de las más avanzadas del mundo, pero que está siendo amenazada por la sobrecapacidad intencional del mercado chino. Según las autoridades, la falta de normas rigurosas en China socava la prosperidad económica a largo plazo no solo de Canadá, sino también de otros países con una industria automotriz avanzada.

La decisión de Canadá se enmarca en un contexto internacional donde varios países han tomado medidas similares. Este año, EE.UU. impuso un arancel del 100% a los vehículos eléctricos importados desde China, y la Unión Europea ha propuesto nuevos aranceles a los vehículos eléctricos chinos, aunque en niveles más bajos. Según un proyecto de decisión de la Comisión Europea, los vehículos fabricados por empresas como SAIC Motor enfrentarán un arancel adicional del 36,3%, mientras que otros fabricantes, como Geely Automobile Holdings y BYD, tendrán aranceles del 19,3% y el 17%, respectivamente. Incluso el fabricante estadounidense Tesla, que produce algunos de sus vehículos en China, enfrentará un arancel adicional del 9% en sus exportaciones a Europa.

El Gobierno de Canadá también ha anunciado que lanzará una consulta pública de 30 días para evaluar la posibilidad de imponer aranceles adicionales a otros sectores clave, como la fabricación de baterías, semiconductores, productos solares y minerales esenciales. Estos sectores son considerados críticos para la futura prosperidad económica de Canadá, y el gobierno está dispuesto a tomar medidas para protegerlos frente a la competencia externa.

Asimismo, el Gobierno canadiense ha expresado su intención de limitar la elegibilidad para los programas de incentivos a vehículos de cero emisiones (iZEV) y otros programas relacionados, restringiendo el acceso a productos fabricados en países con los que Canadá ha negociado acuerdos de libre comercio. Esta medida busca garantizar que los incentivos se utilicen para apoyar a los fabricantes que operan bajo normas comerciales justas y equitativas.