Juan Miguel C. García

El presidente de Argentina, Javier Milei, ha presentado el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado argentino para 2025 que introduce un cambio radical en la gestión financiera del país, prometiendo un "déficit cero" y un ajuste presupuestario de 60,000 millones de dólares en el total de las 24 regiones que componen el territorio. El presiente Milei destacó que el presupuesto no será negociable y blindará el equilibrio fiscal, incluso en escenarios económicos adversos. Con un enfoque en la estabilidad macroeconómica, el presidente argentino enfatizó que el déficit solo se cubrirá a través de un ajuste, evitando la deuda o la emisión de dinero. Este plan incluye proyecciones como un superávit de $192,334 millones, una inflación del 18.3%, un dólar a $1,207 y un crecimiento del PIB del 5% para el año próximo.

La ceremonia de presentación fue llamativa: el Congreso se decoró con luces celestes, una alfombra roja y los palcos llenos de jóvenes libertarios. Milei, quien es economista y se presentó como el primer presidente economista de Argentina, explicó que decidió presentar el presupuesto personalmente para subrayar su importancia y el cambio de dirección en la economía del país. Su discurso de más de 40 minutos resaltó la necesidad de un equilibrio fiscal como el pilar de una economía sana y la clave para reducir la pobreza y mejorar el salario real.

El proyecto de Milei establece una regla fiscal para garantizar que el gasto público esté siempre respaldado por un superávit primario. Además, promete que en tiempos de bonanza económica, el excedente se devolverá a la sociedad mediante la reducción de impuestos. En su discurso, Milei recordó el pasado económico problemático de Argentina, con numerosos episodios de crisis debido al déficit fiscal y políticas de gasto insostenibles, criticando a la "casta política" por sus decisiones perjudiciales.

Milei también llamó a los gobernadores a implementar el ajuste de los 60,000 millones de dólares, advirtiendo que cualquier intento de aumentar impuestos para compensar estos recortes no será aceptado por el pueblo argentino. Su discurso incluyó un llamamiento a reducir la intervención estatal en la economía, permitiendo que el mercado y los gobiernos locales gestionen sus propios recursos. Concluyó citando a Cicerón y criticando las políticas de administraciones anteriores, especialmente las de corte populista, que destruyeron la economía y empobrecieron el país.

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