La población de España sigue creciendo, pero este aumento se debe principalmente a la llegada de inmigrantes. Según datos del INE, en el último año la población ha aumentado en 1 millón de personas, alcanzando los 48,59 millones, pero casi la totalidad de este crecimiento se debe a la inmigración.

En el primer trimestre de 2022, la población inmigrante en España era de 5,5 millones. Un año después, en el primer trimestre de 2024, esta cifra ha aumentado a 6,5 millones, lo que significa que un millón de personas nacidas fuera de España se han establecido en el país en el último año. A esta cifra hay que sumar los dos millones de inmigrantes que ya han obtenido la nacionalidad española, lo que eleva la población total de origen extranjero a más de 8,5 millones.

Este crecimiento de la población inmigrante contrasta con la disminución de la población nativa. En los últimos tres meses, el número de personas de origen español se ha reducido en 12.500, lo que significa que cada día desaparecen 140 españoles. Esta tendencia se repite en otros países de Europa, donde la inmigración se ha convertido en el principal motor del crecimiento demográfico.

Por si esto fuera poco, el descenso de la tasa de natalidad es un fenómeno que nos afecta de lleno. Si bien no existe una fórmula mágica para revertir esta tendencia, es posible implementar diversas estrategias para incentivar la natalidad y apoyar a las familias. Analizamos algunas de las medidas que deberían ser puestas en marcha por el Gobierno de la nación para afrontar este desafío.

Es importante comprender que la natalidad es un fenómeno complejo que depende de una multitud de factores, entre los que se encuentran: factores económicos, como la estabilidad laboral, los niveles de ingresos y el acceso a una vivienda asequible son aspectos que influyen en la decisión de tener hijos. Factores sociales, como las normas culturales, los roles en la pareja y la disponibilidad de redes de apoyo social también juegan un papel importante. Por último, los factores individuales, como las decisiones personales relacionadas con la educación, la carrera profesional y los deseos de formar una familia también influyen en la tasa de natalidad.

Medidas para incentivar la natalidad

Ante la complejidad de este fenómeno, es necesario abordar la cuestión desde una perspectiva multidimensional, implementando medidas que abarquen diferentes áreas:

Políticas económicas y laborales:

• Incentivos fiscales: reducción de impuestos, desgravaciones o subsidios directos a las familias con hijos.
• Ayudas económicas: becas, subsidios o transferencias monetarias para cubrir los gastos de crianza y educación de los hijos.
• Flexibilidad laboral: permisos de maternidad y paternidad más amplios, jornadas laborales flexibles y guarderías subvencionadas en el lugar de trabajo.
• Estabilidad laboral: fomento del empleo joven con contratos dignos y salarios adecuados que permitan la conciliación familiar.
• Acceso a la vivienda: ayudas para la compra o alquiler de vivienda, especialmente para familias jóvenes.

Medidas sociales y de conciliación:

• Blindaje de las fronteras, especialmente Ceuta, Melilla y Canarias. La prohibición de que menores no acompañados entren en España sin autorización.
• Ampliación de la red de guarderías y centros de educación infantil: asegurar la disponibilidad de plazas públicas y asequibles para el cuidado de los niños.
• Servicios de apoyo a las familias: ofrecer asesoramiento y apoyo psicológico, educativo y social a las familias con hijos.
• Reconocimiento del trabajo doméstico: valorar y visibilizar el trabajo no remunerado que realizan las personas que cuidan de los niños y del hogar.
• Sensibilización social: campañas de información y concienciación sobre la importancia de la familia y la crianza de los hijos.

Medidas de salud reproductiva:

• Educación sexual integral: impartir educación sexual completa y de calidad en las escuelas para que los jóvenes puedan tomar decisiones informadas sobre su salud sexual y reproductiva.
• Atención médica de calidad: asegurar una atención médica prenatal, postnatal y pediátrica de calidad para todas las mujeres y niños.

Y es que incentivar la natalidad es un desafío que requiere un enfoque integral y multisectorial. No existe una única solución, sino que es necesario implementar una combinación de medidas que aborden las diferentes dimensiones que influyen en la decisión de tener hijos. La colaboración entre gobiernos, empresas, organizaciones sociales y la propia ciudadanía es fundamental para crear un entorno favorable para las familias y contribuir a un futuro más próspero para las sociedades. España debe despertar, y pronto.